Capítulo 31 "Sonrojada"

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POV Paul.

Al día siguiente me desperté por una sensación molesta en el brazo, abrí los ojos y vi a Lily poniéndome otra vía.

--Buenos días-dijo sonriendo pero sin mirarme.

--Buenos días-dije con la voz ronca.-que haces?

--Ponerte el gotero, es que parece que se te salió ayer por la noche-dice apuntando algo en un portafolios.

--Cuanto tiempo voy ha estar ingresado?

--Unos dos días mas sin contar hoy.

--Vale...

De repente empezó a dolerme mucho el pecho, me encogí y me puse la mano sobre la zona queme dolía.

Lily me miró y no tardó ni dos segundos en bajar la parte de arriba de mi bata para dejar al descubierto una enorme herida.

Zarpazos.

3 marcas de garra marcadas en mi pecho.

--Doctor Cullen!-Lily llamó al chupasangre mientras se ponía unos guantes de latex azules y preparaba una aguja e hilo.

--Dime Lily-Carlisle entró en la habitación y vio mi herida.

Se acercó pero no dijo nada, Lily empezó a coserme rápidamente las 3 brechas mientras laa sangre seguía brotando por las heridas.

Cuando terminó se alivió bastante mi dolor.

--Excelente Lily-Carlisle la felicitó, le sonrió y se giró.-mañana te graduo.

--Que?

--Estas perfectamente lista Lily, mañana te graduo.

Lily miró al suelo y sonrió.

--Gracias.

--No hay de qué.

El cullen salió y Lily empezó a limpiar la sangre que se había derramado por mi pecho y abdomen.

--Ten-dijo cuando terminó extendiendome una bata limpia-cambiate, yo mientras cambiaré las sabanas. Tienes la presión y el riego estables pero no hagas movimientos bruscos.

Ella me ayudó a incorporarme y levantarme de la cama.

Miré la bata y la miré a ella, estaba agachada  buscando sabanas limpias en un cajón.

Ese uniforme le quedaba de perlas, todo le queda espectacular.

Decidí cambiarme allí mismo, total, supongo que estaría curada de espanto. Tampoco me importaba en  absoluto que me viera desnudo.

Empecé a deslizar la bata bajo mis brazos y dejé que cayera al suelo.

Manteniendo l mirada fija en Lily, ella apenas se había percatado de que me estaba cambiando justo enfrente de ella.

Estaba inclinada sobre la cama para llegar a meter la sabana por debajo del colchón. Llevaba una pequeña sonrisa y no levantaba la cabeza de las sabanas.

Antes de que yo terminara de ponerme la bata limpia ella ya había cambiado todas las sabanas, metió las sabanas sucias en un carrito y se giró.

Entoces me vio, dio un pequeño saltito, se giró tapándose los ojos y se puso roja.

--Perdón perdón perdón perdón perdón perdón, lo siento- inmediatamente salió de mi habitación dejandome solo.

Sonreí ante su reacción y lo preciosa que se veía sonrojada, yo tenía bastante más edad que ella pero aparentaba unos 17-20 incluso alguna ves han llegado ha echarme 25 o 27.

No vi a Lily en todo lo que restó de día, alomejor la asusté.

Al día siguiente sería su graduación y yo no podría estar presente, vaya mierda.

 

El dulce secreto UleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora