POV Seth
Ella tenía la boca entre abierta y al escucharme apretó los labios uno contra el otro.
--Es que...
--No me voy a burlar te lo prometo
--Mi padre me lo tiene prohibido y al hacerlo me siento vulnerable.
--Pero a tus padres y a los Cullen si que los miras a los ojos...
--Confío en ellos...
--Y en nosotros no?
--Sí...pero os acabo de conocer, a la familia Cullen los conozco desde que nací, son raros pero divertidos, de echo Jasper es mi mejor amigo.
-Ah...
--Es más, mi padre me ha dicho que no os gusta que la gente os mire a los ojos, ni que os toque, ni que estén muy cerca de vosotros. Hoy he incumplido dos de esas cosas.
--Eso no es cierto, a nosotros no nos molesta que la gente nos mire a los ojos, ni que nos toque, ni que estén cerca nuestra. Bueno a mí no me termina de hacer gracia, pero contigo...
--Es diferente, lo sé.
--También lo...
--Sí, también lo siento.
--Una opresión en el pecho y...
--Un cosquilleo en el estomago...
--Cada vez que te veo, te escucho, o te toco-dijimos esta ultima frase a la vez.
Ambos reímos, suspiramos y nos miramos.
Yo a sus ojos, ella a algún lugar sin mirar directamente a mis ojos.
No se cómo terminé contándole todo lo que sabía de las estrellas, esa charla que les he hecho a todos los chicos y que todos han ignorado, ella me contestaba, interactuaba en la conversación.
Después de contarle todo eso y de que le enseñara a localizar algunas constelaciones ella se acercó a mí, se tumbó en mi pecho...
Su cabeza justo encima de mi pectoral derecho, su mano justo en el inicio de mi abdomen agarrando mi camiseta con fuerza.
Mi mano derecha cayó en su cintura y mi mano izquierda cobijaba la mano con la que ella agarraba mi camiseta.
Estuvimos un rato así, sin hablar, en silencio absoluto y posicionado tan juntos...
Noté como su respiración se relajaba, como su corazón latía lenta y constantemente.
Se había dormido, y lo había echo encima de mí.
En ese momento me dediqué a escucharla, escuchar su respiración calmada y sus latidos cardiacos.
Entonces me sentía bien, en ese lugar preciso, con esta maravillosa personita.
Sentí que tenía permiso para mirarla, hablarle, tocarla e incluso estar así, acostado con ella en el césped de su casa, por la noche, mirando las estrellas y abrazándola contra mí.
ℰ𝓈 ℯ𝓁𝓁𝒶.
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El dulce secreto Uley
Fantasy𝖫𝗈𝗌 𝖴𝗅𝖾𝗒 𝗀𝗎𝖺𝗋𝖽𝖺𝗇 𝗎𝗇 𝗌𝖾𝖼𝗋𝖾𝗍𝗈, 𝗎𝗇𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗌 𝗏𝗂𝗍𝖺𝗅 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖾𝗅𝗅𝗈𝗌, 𝗎𝗇𝗈 𝗉𝗈𝗋 𝖾𝗅 𝗊𝗎𝖾 𝖽𝖺𝗋𝗂𝖺𝗇 𝗅𝖺 𝗏𝗂𝖽𝖺, 𝗒 𝖼𝗈𝗇 𝖾𝗌𝖾 𝗌𝖾𝖼𝗋𝖾𝗍𝗈 𝗇𝗈 𝗆𝖾 𝗋𝖾𝖿𝗂𝖾𝗋𝗈 𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝖲𝖺𝗆 𝖾𝗌 𝗆𝖾𝗍𝖺𝗆𝗈�...