Justo en el mismo instante en el que Lily deja la bandeja en la encimera nos ve. Y menos mal que ha dejado la bandeja por que si no, del salto que ha dado, las galletas se irían a la...
--Dios! Pero que os pasa?! Casi me provocáis un paro cardiaco, panda de descerebrados-Lily se queja mientras frota su pecho con su mano, en la zona del corazón, dándole más dramaticismo.
--También te queremos, Lily-dice Jake mientras se sienta en una de las sillas de al lado de la encimera.
--No toqueis las galletas, las acabodde sacar del horno y...
Se olle un grito.
--QUEMA!-Jake se queja.
--Menos mal que me escuchais porque si no...-dice Lily con ironía mientras mete otra bandeja al horno.
--Es que tienen una pinta...-Paul se relame mientras mira fijamente las galletas humeantes.
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--De que son?-pregunta Quil
--Las mas oscuras son de cereza, las siguientes de frambuesa, las siguientes de fresa, las siguientes de melocotón y las ultimas son de vainilla.
--Lily, le rezo a tus galletas-Dice Jared y todos reimos.
Me acerco a Lily mientras los chicos hablan y me pongo a su lado, ella está friendo patatas.
--Hola peque-llevo llamandola así desde hace dos semanas cuando su padre no está delante.
--Hola nene-amo mi nuevo apodo.
--Que haces?-pregunto con curiosidad.
--Pues la cena, hoy tenéis de primero ensalada de queso y pasta, de segundo hamburguesa, de acompañante patatas estilo Lily-ríe cuando dice eso- y el postre es sorpresa-dice girándose y apoyándose contra la encimera.
Me acerco más a ella, "acorralándola" contra el banco, una de mis manos va hasta su mejilla y la acaricio.
Estos últimos días ha habido una tensión entre nosotros muy extraña pero placentera.
Me acerco aún más, nuestros cuerpos se rozan, mi mano libre va hasta su cintura, siento permiso para hacer esto con ella, para acercarme, tocarla... besarla...
Pero solo con ella.
Ella es la única.
Acerco mi cara a la suya, realmente no se que estoy haciendo ni por qué, supongo que los chicos me han animado demasiado.
Justo cuando nuestros labios se rozan nos damos cuenta de que está todo muy en silencio, de repente y sin avisar escuchamos la alarma del horno, que nos asusta y nos indica que las galletas ya están listas.
-Hooo, venga ya!-nos giramos y vemos a todos los chicos quejarse.
Ya se porque estaba todo tan en silencio, se habían callado y nos habían estado mirando fijamente.
Me giro hacia Lily, y veo como agacha la cabeza, sonríe y se sonroja.
