Capítulo dedicado a: @ftofuckerystallion . Siempre agradecida con todo el apoyo que me has dado... gracias!
Sarah.
Eran las 6 de la madrugada cuando mi despertador empezó a sonar. A penas había dormido después de esa horrible noche. El dolor aun se apoderaba de mí, cada vez que recordaba las palabras de Andrew en ese descampado, mientras me decía lo que había pasado en su coche, hacía mi piel erizar por completo, escalofríos recorrían cada parte de mi cuerpo. Estaba segura que eso iba a ser difícil de olvidar y superar. Siempre he tenido mala suerte con los chicos, así que ya estaba acostumbrada a que me pasasen estas cosas, pero esto... y lo peor, con Andrew, no me lo esperaba para nada. ¿Conocéis ese sentimiento de haber sido utilizados? Así me sentía yo. Lo que más me duele, es el haber esperado a tener relaciones sexuales conmigo para después contármelo, ¿Pero qué cojones? ¿Qué clase de amistad o lo que coño sea lo nuestro es? Supongo que no elegimos de quien nos enamoramos. El dolor era imposible de explicar, me volvía a sentir traicionada, pero ahora sin mejor amiga ni mejor amigo, completamente sola, ¿y si tal vez tengo yo el problema? ¿Y si soy yo la causa de que las personas a las que más quiero se vayan de mi vida de repente? Porque si no era así, no tengo ni puta idea de que cojones pasa.
Hacía un frío enorme, y con razón, ya que me había quedado dormida con el disfraz, así que el tutú a penas me tapaba y el top me lo quité al entrar en la habitación, genial, me espera un resfriado increíble, como siempre, la buena suerte siempre la tengo yo. A penas tenía hambre, y eso es muy raro en mí, ya que suelo tener hambre a todas las horas del día. Ni siquiera tenía ganas de ir a la Universidad, pero si no voy, cualquiera escucha después a mi madre gritarme por cada rincón de la casa explicándome en cada detalle la vida de mierda y lo acabada que estaré por haberme saltado mis super importantes clases, guay.
Hoy va a llover, así que opté por elegir un jersey negro con cuello alto con unos jeans también negros y una sobre camisa beige hermosa que combinan con unas botas que mi madre me trajo de su viaje a Europa. Sabía de sobra que ir a la Universidad conllevaba tener que ver a Andrew y a Amber rondar por los pasillos y no poder hablar con ninguno de los dos, pero, ¿cómo pasar por alto el dolor que me han hecho sentir?
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Cuando bajé a la sala de estar, un olor a gofres recién hechos inundó toda la escalera, cosa que me hizo cambiar de opinión drásticamente, así que decidí desayunar un poco.
-Buenos días Kate -dije aun un poco apenada tras la ultima conversación que tuvimos-
-¡Oh pero bueno! Buenos días señorita Sarah, ¿Cómo se encuentra hoy? Preparé gofres, tu desayuno favorito, supuse que estarías hoy de resaca así que, ¿Qué mejor que unos buenos gofres para combatirla? -Kate siempre ha sido muy atenta y perfeccionista en cuanto a mi y a la casa, siempre me tuvo muy bien cuidada desde pequeña, incluso la primera vez que probé unos gofres fueron de ella, y dios mío, son deliciosos-
-Bueno, estoy bien -mentí- y no tengo resaca, anoche a penas bebí, volví pronto, pero siempre son bien recibidos tus gofres Kate, gracias -dije dándole un fuerte abrazo, su amor hacia mí siempre fue más real que el de mi propia madre-
-Oh vaya, ¿volviste pronto? ¿y eso por qué? -preguntó curiosa- o tal vez... ¿está ese chico arriba? - dijo susurrando y guiñándome un ojo. Espera, ¿qué?-
-¿QUE? ¡No claro que no!, ¿Cómo se te ocurre? -dije ofendida-
-Hey hey hey, tranquilízate cariño, ¿qué pasó? ¿Por qué te pones así? -preguntó preocupada. Realmente me pasé, y debería ser más discreta si no quiero contarle a nadie lo que pasó-
-Nada perdona Kate, últimamente estoy... muy estresada por la Universidad, ya sabes, lo normal -dije intentando pasar desapercibida-
-¿Estresada por la Universidad?, ¡Pero si acabáis de empezar! -mierda-
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Another Love *EN PROCESO* ©
Romantizm*ESPAÑOL* En un mundo donde el amor se ha convertido en completo placer y dolor, entre todas esas cosas, él estaba al final del túnel, mi salvación, mi luz, el amor de mi vida... Pasase lo que pasase él siempre estuvo para mí, hasta ese día. Ese mal...