『13』

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A pesar de estar acompañada por sus amigos, Angely no podía dejar de sentirse nerviosa. JungKook y ShuHua eran los únicos que se daban cuenta de ello pues andaban detrás de la pandilla y tenían vista a primera plana de la pelirroja...Aunque el resto del grupo, que iban varios pasos más adelante bromeando y cantando, suponía el remolino de emociones que Angely debía estar atravesando.

-An-JungKook y ShuHua rieron al ver a la pelirroja sobresaltarse por el simple llamado del pelinegro. Definitivamente estaba muy metida en su mundo.

Ella giró sobre sus talones, e intentó que su sonrisa no fuera tan nerviosa, e incluso caminó en reversa para aparentar la normalidad con la que siempre actuaba.

-No estés nerviosa, linda-viéndose atrapada por su mejor amigo, soltó un sonoro suspiro y volvió a darse la vuelta, sólo que esta vez se ubicó a un lado de JungKook, quien pasó el brazo por sobre su hombro, acción que imitó con su novia-. No deberías estar asustada. Es sólo TaeHyung.

Angely le dedicó una mirada cargada de ironía y se cruzó de brazos.

-No me vengas con esas tonterías, Kook. Estoy segura de que cuando tú y ShuHua comenzaron a gustarse, se sentían igual.

-Eso no te lo niego-rió la recién nombrada-. Pero lo que JungKook quiere decir, que no lo expresó correctamente-aclaró, pellizcando las costillas de su novio, cosa que sólo lo hizo reír-, es que Tae y tú tienen mucha química y se les hace muy fácil estar uno al lado del otro, entablar una conversación sobre cualquier asunto, hacer las mismas locuras, y hasta simplemente estar en silencio. Entendemos tus nervios, pero todo saldrá bien. Tienes todas las de ganar.

La pelirroja puchereó y se abrazó al costado de su amigo.

-Bien. Dejaré los nervios.

La situación era la siguiente: TaeHyung había ido con su familia a un corto viaje de fin de semana a la playa, pero por no obedecer a sus padres cuando le dijeron que no se metiese en la playa de noche, llevaba ya una semana con un resfriado bien fuerte. Entonces, sus amigos decidieron ir a visitarlo aprovechando que era viernes.

Para evitar levantar sospechas, era JungKook quién le llevaba las notas que Angely había estado escribiendo todos esos días y por las cuales TaeHyung había preguntado y exigido que se le fueran entregadas.

Luego de unos veinte minutos de viaje, finalmente el grupo amigo llegó a su destino, deteniéndose primeramente en el local de la florería donde la señora Kim los recibió con una enorme sonrisa.

-¡Pero qué gran sorpresa, chicos! Tenerlos a todos aquí es maravilloso. Hacía un buen tiempo que no coincidía con ustedes.

Los diez hicieron una reverencia a la joven mujer y luego JiMin tomó la palabra.

-¿Cómo está, JiSoo?

-Muy bien, niños ¿Y ustedes?

-Estamos bien-respondió JaeSang-. Un poco cargados de trabajos y exámenes, pero bien.

-Vinimos a visitar a Tae-sonrió JaeBum.

-¡Sí!-exclamó risueña, HanEul-. Le trajimos algunas cositas para que se mejore.

-¡Aww! Eso es muy bonito de su parte, muchachos-JiSoo llevó las manos a sus mejillas-. Y ¿saben qué? Me han caído del cielo-fue inevitable para ella reír ante las muecas confusas de los adolescentes-. Verán, MinHo-hizo mención de su esposo- y yo debemos ir a recoger unas semillas que encargamos, pero es casi en otra provincia, y como yo no sé manejar y el paquete está a mi nombre, ambos debemos ir. No quiero que Tae esté solo, y pensaba dejarlo bajo el cuidado de mi vecina; pero ya qué están ustedes aquí ¿creen que puedan cuidarlo mientras no estamos? Sólo serían un par de horas.

『Pʟᴀɴ Z 』«Kɪᴍ Tᴀᴇ Hʏᴜɴɢ» ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora