『3』

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Bien temprano en la mañana, todos los alumnos estaban reunidos en el patio delantero de la institución.

Aquel día no se impartirán clases puesto que era un día de "relajación" para los estudiantes, aunque sí se llevarían a cabo las actividades de los diferentes clubs y las de los equipos de porristas y deportistas. Por eso la mayoría de los estudiantes estaban presentes. Los otros simplemente prefirieron quedarse en casa.

Pero lo importante no era eso, no. Sino Angely.

La chica estaba nerviosa. Por primera vez mostraría uno de sus tantos talentos frente a toda la escuela.

¡Toda la escuela!

-Tranquila, An-le sonrió JungKook, quien recién se colocaba a su lado y posaba la mano sobre su hombro ajeno, buscando ayudarla a relajarse-. Estoy aquí contigo. No tienes por qué ponerte nerviosa.

-¡Pero somos los siguientes!¡Y cantaremos frente a toda la escuela!-chilló por lo bajo, dando saltos alrededor de su contrario, haciéndolo reír-. No te rías-detuvo todo movimiento, cruzándose de brazos y haciendo puchero.

-Lo siento-sonrió el chico, apretando entre sus dedos las mejillas contrarias-. Es que eres jodidamente adorable.

-Ajá. Vete a la mierda. Gracias por tu comprensión-rodó los ojos, y volvió a su posición inicial.

-Sigo sin poder creerme que tú, la ternura montada en dos patas, diga obscenidades-confesó el muchacho.

-Tú tienes ojos de Bambi y los pucheros que haces son tiernos, pero también dices obscenidades, así que no veo el problema en que yo también las diga-se encogió de hombros.

Pero JungKook sonrió ampliamente. Había logrado que Angely se concentrara en otra cosa que no fuera la presentación que debían dar en un par de minutos.

-Por cierto ¿Crees que me veo bien así?-giró en su lugar para mostrarle su atuendo a su acompañante-¿O debo cambiarme de ropa para evitar tener que partirle la cara a alguien?

JungKook volvió a echarse a reír y negó con la cabeza.

Angely vestía un short corto de mezclilla, una blusa holgada y corta color negro y unos tenis deportivos blancos. Además, su cabello estaba, suelto con su normal flequillo cubriéndole la frente hasta rozar sus cejas.

Toda ella estaba hermosa, y JungKook no tardó en hacérselo saber.

-Estás perfecta, An-le revolvió un poco el cabello.

Pero ella no se quejó. Su cabello sabía recomponerse luego de aquella sacudida con sólo pasarle la mano por emcima una o dos veces.

Además, siempre quiso tener a alguien más que no fueran sus padres para que le hiceran aquello, y si el muchacho a su lado era su amigo, no protestaría.

-¡Oh! Es nuestro turno-anunció JungKook con total normalidad, enganchando el brazo de Angely al suyo para, luego de tomar los micrófonos, salir finalmente al escenario.

La muchacha estaba muy nerviosa. Pero aún así no dejó que todos aquellos ojos asombrados que la veían entrar del brazo de JungKook la intimidaran.

Era cierto que no solía relacionarse con nadie.

Pero ¿Qué de malo tenía ser amiga de alguien? Más si ese alguien había insistido en entablar dicha relación.

Nada. No había nada de malo.

Con ese pensamiento en mente, le sonrió una última vez a su acompañante antes de que tomaran una considerable distancia el uno del otro y la música comenzara a sonar.

『Pʟᴀɴ Z 』«Kɪᴍ Tᴀᴇ Hʏᴜɴɢ» ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora