『17』

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Al día siguiente de la elaboración de los últimos dos planes que Angely tenía bajo su manga, TaeHyung no sé presentó a la escuela como era debido...ni los otros tres días posteriores.

Él había estado yendo, sus amigos lo veían llegar e intentaban conversar con él un tiempo hasta que tenía que huir a la biblioteca por la repentina horda de chicas que se le acercaban, y luego no lo volvían a ver más en lo que quedaba de día, y aunque lo llamaban y le llenaban el celular con mensajes, no respondía casi ninguno. Sólo por JiSoo se enteraron de que TaeHyung había estado volviendo a casa sano y salvo, aunque algo tarde, y ni siquiera abría la boca para soltar algo que no fuera las típicas y usuales conversaciones familiares.

Todo aquello estaba siendo muy extraño. Sin embargo, aquella mañana de viernes fue cuando se desató el caos.

TaeHyung se había vuelto a ausentar con sus amigos pese a que lo habían visto llegar, y sólo coincidieron con él en el aula, pero como llegó tarde al turno de clase, no tuvieron tiempo de hablar con él. Ni siquiera la pelirroja que se sentaba a su lado.

Luego lo volvieron a perder unos minutos durante el receso, y estando todos sentados en una de las mesas del comedor, se debatían la situación; unos molestos por la actitud de TaeHyung y otros visiblemente tristes.

JungKook estaba que echaba humo por las orejas de la rabia mientras sostenía la mano de Angely con delicadeza a pesar de sus reclamos a la nada acerca de lo mucho que le molestaba que su mejor amigo no le dirigiera la palabra a ninguno.

-¡Nunca ha hecho eso en los malditos doce años de amistad que llevamos!

-Quizás está pasando por un mal momento y quiere estar solo-intentaba justificar JiMin, pero sólo se ganó un bufido por parte de SoYeon.

-Solo mis tetas en almíbar-sus palmas golpearon la mesa, sobresaltando a la mayoría-. Hablamos con su madre y nos confirmó que no tiene ningún maldito problema en su casa, así que debe ser algo externo lo que lo tiene así ¡Pero somos sus amigos!¡Jamás de los jamases seríamos capaces de juzgarlo!¡Estamos para ayudarlo!

-Él debería hablar con nosotros de lo que pasa-bufó Hoseok.

-No creo que haga falta ya...

Ante el extraño murmuro de JaeSang, todos llevaron la vista hasta donde la tenía ella, y se llenaron de asombro al ver a TaeHyung ingresar al comedor y acercarse a ellos...tomado de la mano con una chica que reconocieron cono Ahn HaYeon, una de las chicas que iba a la misma clase de ShuHua y SoYeon y...era una de las que estaba en la lista reducida del pelirrojo.

El corazón de Angely comenzó a latir con desespero y dolor, y sus manos comenzaron a sudar tanto, que JungKook tuvo que soltarlas para dejar que ella las secara en su falda.

Dicho pelinegro tenía sus ojos clavados en la pelirroja sin importarle ser disimulado o no, y se aseguraba de acariciar su hombro y soplarle la cara, temiendo que Angely comenzara a hiperventilar pues desde ya olía que la presencia de su mejor amigo en esos instantes sería una potente bomba.

TaeHyung finalmente llegó a la mesa, y una incómoda tensión cargó el ambiente.

Si bien la sonrisa del pelirrojo no era completa y parecía no ser genuina como la de su acompañante, aún así la presentó.

-Chicos. Sé que he estado algo ausente estos días, pero es...porque he...encontrado a mi admiradora.

El pecho de Angely se apretó tanto que soltó un sonoro jadeo.

-Ella-TaeHyung vacilaba al hablar-...ella es...Ahn HaYeon.

No le hacía falta escuchar más.

Angely se levantó a la velocidad de un rayo y corrió lejos de allí bajo los constantes llamados de sus amigos.

『Pʟᴀɴ Z 』«Kɪᴍ Tᴀᴇ Hʏᴜɴɢ» ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora