𝐿𝑒𝑝𝑢𝑠 [𝐷𝑒𝑘𝑢𝑏𝑎𝑘𝑢]

Capítulo 1

-𝐴𝑛𝑖𝑚𝑎𝑙𝑒𝑠

Todos sabemos que existe una cadena trófica, donde un organismo se alimenta de otro y luego este mismo es comido por otro organismo. Por ende, existen los cazadores y las presas, los fuertes y débiles.

Cuando se pone a un lobo hambriento y un conejo en el mismo espacio, se espera que el lobo termine devorando al pequeño y débil conejo ¿verdad?

Porque ese es el orden natural de las cosas, porque así es la naturaleza, porque todos están destinados a un rol específico para mantener el ecosistema.

-Kacchan, no me siento muy bien.

Entonces ¿Qué pasa si hay algo que llega a romper este orden?

-¡Quítate de encima imbécil!

¿Qué pasa si existe algo o alguien que viole este sistema?

-Kacchan huele tan bien.

¿Qué pasa si los roles se llegan a invertir?

Y una explosión sonó por todo el pasillo, llegando a los oídos de los profesores cercanos.

-Te lo advertí Deku.

La escena era así. Había un cuerpo inconsciente, tendido a los pies de un chico sentado en el suelo.

La ropa del chico que permanecía consciente, estaba totalmente desordenada, unas orejas sobresalían de su cabeza y en su espalda baja se notaba una cola rubia.

En el suelo, estaba un chico con orejas de conejo verde, de su espalda sobresalía una esponjosa cola redonda.

Cuando los docentes llegaron, vieron aquella escena y se pusieron alerta.

-Que alguien mande a llamar a los padres de Bakugō Katsuki y Midoriya Izuku, avísenles que ha llegado su primer celo.

Uno de los profesores se marchó y el otro corrió a ayudar a los niños, los cuales tenían tan solo doce años.

Era raro de ver que dos periodos de celo, de especies totalmente distintas, coincidan.

-¿Cómo te encuentras?

Le preguntó el profesor al niño de cabellera rubia, el cual apartó su mano con brusquedad.

-Bien.

Contestó cortante, mientras se levantaba tranquilamente. Aunque estaba en celo, se le notaba muy calmado y racional, el profesor estuvo sorprendido por un momento antes de recomponerse.

-¿Qué es lo que acaba de pasar?

Preguntó por la situación.

Se acercó al niño de cabellera verde, que estaba inconsciente y lo levantó.

-El imbécil ese, se me tiró encima.

Señaló al niño que cargaba en sus brazos.

-Su celo acaba de llegar, por lo tanto no pudo controlarse, además sus celos llegaron al mismo tiempo.

El rubio no lo miró y acomodó su ropa. En sus muñeca se notaban unas marcas rojas de agarre, además su camisa estaba rota y los pantalones desacomodados.

-Primero vamos a la enfermería, tus padres ya deben de haber sido llamados para que te recojan.

El chico no lo miró y continuó caminando hacia la enfermería, ignorándolo por completo.

El tiempo pasó y ambos chicos fueron retirados de forma segura de la escuela.

El profesor no sabia que en ese momento había presenciado una escena inaudita. Un acto contra la naturaleza y su orden natural. Después de todo ¿Cuándo se ha visto a un conejo atacar a un lobo?

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En el mundo existen los quirks así como las características animales.

Las personas nacen con ciertas características animales que no se ven hasta que maduran sexualmente o también conocido como su primer ciclo de celo. En ese momento, sus cuerpos están preparados para el coito.

Se desconoce la razón por la que se sigue manteniendo estos rasgos animales, pero se especula que es para preservar la especie y traspasar los genes propios a la siguiente generación, haciendo que el próximo lote de seres humanos sea mas fuerte que los anteriores.

Cuando la persona llega a la madurez sexual y ya pasó su tiempo de celo, obtiene sus rasgos animales casi permanentemente. Aunque con entrenamiento se puede esconder sus características animales, la única vez donde saldrían seria durante el celo, aunque esto también se puede controlar, pero es muy difícil.

-Midoriya-kun, tus orejas se pueden ver.

-Perdona Uraraka-san, es un poco difícil controlarlo.

-No tienes que preocuparte, me suele ocurrir.

Ambos jóvenes estaban charlando tranquilamente por el pasillo, caminando hacia el comedor.

-¡Sal del camino nerd de mierda!

Una voz gruesa y fuerte sonó a sus espaldas, lo que lo hizo sentir un escalofrío.

Giró su cabeza y notó una cabellera rubia.

-Claro Kacchan.

Le dedicó una gran sonrisa y con eso, se movió aún lado, dejando pasar al chico explosivo. Este último ni siquiera los miró, caminó a paso rápido hacia la cocina de el dormitorio de la clase A, en su cuerpo no se podía ver ninguna de sus características animales, eso solo demostraba el increíble control sobre si mismo.

-Bakugō te trata tan mal ¿Cómo puedes soportarlo?

Se quejó Uraraka mientras observaba a su amigo.

-Él es mi amigo de la infancia.

-¡Pero él es tan..!

Y no pudo terminar la oración ya que un bajo gruñido llegó a sus oídos. Cuando miró al de pelo verde, la asustó un poco, aunque mantenía una sonrisa amable, sus ojos la miraban atentamente y con frialdad.

-Uraraka-san, Kacchan es mi preciado amigo de la infancia.

-Yo...lo siento por lo que dije antes, no quería que sonara de esa manera.

Ella se puso nerviosa. De alguna manera, había una ligera amenaza alrededor de Midoriya que le puso la piel de gallina.

-No te preocupes Uraraka-san, todos cometemos errores.

-Si...

Por un tiempo, el ambiente fue pesado, pero Midoriya volvió a hablar de manera alegre, aligerando el ánimo de Ochako.

Era temprano en la mañana, pero incluso a esa hora se podían ver a los animales levantados. Fue el inicio de las clases.