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𝓜𝓲𝓼𝓼𝓲𝓷𝓰

El joven príncipe lo planeo todo a la perfección. El día de su boda iba a huir, aprovechando que todo el pueblo estaría a las afueras, y gente noble e importante vendría por montones.

Sabía que su belleza no pasaría desapercibida, por eso le pidió a su nana, un linda mujer de cabellos verdes, que le hiciera una capucha.

La mujer, que estaba encariñada con él príncipe, se dedico a hacer una capucha larga y gruesa, lo suficiente para cubrir al príncipe del frío que se avecinaba.

Cuando todo estuvo listo, Katsuki, como se llamaba el príncipe, espero en su aposento. Traía un traje hermoso, con las más finas telas y adornos de oro. Parecía una obra de arte viviente.

Su nana le había hecho una capucha de color rojo, pues las jovencitas del pueblo acostumbraban a usar ropas de ese color. Así pasaría más desapercibido.

También le preparo una canasta mediana con frutas, carne y algo de pan. Y un bolso de cuero donde guardo tres cambios de ropa, y una buena cantidad de monedas de oro.

Ya todo estaba listo, solo faltaba que el príncipe cambiará sus ropas por unas más sencillas y nada llamativas.

— Por favor, ten cuidado. En este mapa está marcado el camino que debes seguir para llegar a donde antes era mi hogar. Es una pequeña cabaña, simple, humilde. No es mucho, pero te resguardara del intenso frío que se aproxima.

— Te lo agradezco, nana...

— No hay de que querido. Por cierto, debo de hacerte una última advertencia. Para llegar a la cabaña hay dos caminos, el primero es el largo, pero seguro. El segundo es el corto, pero peligroso.

— ¿Por qué habría de ser peligroso?.

— Se dice que por ese camino habita un criatura monstruosa, que aguarda escondido entre los árboles, esperando a su próxima víctima. Más ahora que a empezado a nevar, y se le es más fácil atacar.

— Tonterías, Nana. Esas no son más que cuentos para los niños traviesos y tercos. Pero está bien, iré por el camino que dices para que no te preocupes.

— Gracias, mi niño. Asegúrate de cubrir bien tu cabello rubio, y agacha la mirada para que no vean tus ojos.

— Lo haré. Seré cuidadoso.

Se abrazaron como si fuera la última vez que lo fueran a hacer. Fueron tres estruendosas campanadas que daban anuncio al comienzo del matrimonio lo que los hizo separarse, y hacer al príncipe correr y perderse por los largos pasillos.

No fue mucho problema mezclarse entre el montón de personas, y correr hasta adentrarse al extenso bosque que empezaba a amontonarse de nieve.

La noticia de que el príncipe había desapercibido se difundió de golpe. Sus padres no tardaron en enviar guardias en su búsqueda.

El príncipe, empezando a preocuparse, decidió ir por el camino más corto. No creía que hubiera una "Criatura Monstruosa" acechando por esa zona.

Mientras más avanzaba, el frío empezaba a hacer acto de presencia. Aún con el frío congelando las puntas de sus finos y delgados dedos, se detuvo justo donde habían un monton de arbustos y frondosos árboles. Tenía hambre, y agradecía que su nana le hubiera preparado una canasta llena de comida.

— Hace mucho frío... Al menos la capucha es gruesa y larga.

Pensó mientras comía un poco de pan. De repente el sonidos de ramas crujiendo se escucho. Katsuki, restándole importancia, siguió comiendo su pan para así tener fuerzas y poder continuar con su camino.

Entonces sintió algo caliente rozar su oreja izquierda y parte de su cuello. Con el pánico y miedo inundando su ser, decidió quedarse quieto. Contuvo la respiración, y de manera lenta fue bajando su mano hasta la canasta, donde guardaba una navaja.

Más una gruesa y ronca voz lo hizo detenerse.

— Disculpa... ¿Puedes darme un pedazo de pan?...

Akshja ando sad. Y no se porque.

En fiiin. Iré a shorar a mi habitación.

No se olviden de votar si les gustó el cap, y que tengan un lindo día✨.

Sin mas que decir, Bye Bye~°°°