5: Cita Fallida

59 17 40
                                    

❀ ፧ POV: Emma Anderson.

Llego entusiasmada a mi casa. Bajo del coche casi corriendo y abro la puerta sonriendo. Voy hacia el salón y ahí está mi madre leyendo una revista. Apenas me ve la suelta y viene hacia mi. Me envuelve en un abrazo y hundo mi cabeza en su pecho.

Mis padres realmente si me han sobre protegido mucho. Un recuerdo llega a mi mente y sonrío.

Cuando tenía catorce años quise aprender a montar bici ya que no sabía. Mi padre encargó una y cuando quise probarla, me puso protección en todos lados. Cuando me caí de la bici y me hice una herida en el brazo, se acabó todo. A mi madre casi le da algo y mi padre no dejaba de regañar a los empleados que eran quiénes me sostenían.

Mi padre consiguió un mejor empleo y debe viajar muy seguido pero aún así no faltan las mil y una llamadas para saber de mi.

—Mamá ¿Podemos hablar un momento? —le digo mientras nos separamos.

—Claro. Ven.

Nos sentamos en el sillón y ella mi mira esperando.

—Necesito salir hoy en la noche.

Ella me mira extrañada pero sonríe.  Sabe de Hugo y estoy segura que ya se hizo una película en su mente aún sin decirle nada.

—¿A dónde irás y con quién?

—Hugo me invitó a salir.

Apenas esas palabras abandonan mi boca, ella empieza a reír mientras me hace cosquillas.

—Está bien pero quiero los detalles.

Entonces sentimos el timbre de la casa. Ambas nos levantamos en dirección a la entrada y cuando abrimos la puerta, vemos a mi padre, Daniel Anderson.

Mi madre apenas lo ve lo abraza y este la recibe gustosamente. Me hace una seña de que me acerque y voy a abrazarlo contenta. Él suele avisar cuando regresa y no lo hizo. Sin duda una gran sorpresa.

Voy a mi habitación a dejar mis cosas. Me doy un baño y me pongo mi ropa interior y encima una sudadera. Camino hacia el salón para buscar a mi madre y ahí está, viendo la televisión.

Ella me mira y me susurra que me acerque.
—Tú padre no quiere que salgas. Sabes cómo se pone, aún no acepta que ya no eres una niña.

—¿Y qué hago? —preguntó nerviosa.

—Mi niña, hay tiempo de sobra. Quédate hoy y luego sales con ese muchacho.

—Está bien mamá.

—Él quiere que toques una pieza. Dice que las extraña. —dice y sonrío.

Mi padre es mi primer fan por así decirlo. Adora que toque para él.

Voy hacia la cocina y me como un sándwich. Luego camino lentamente hacia mi habitación. Al llegar a esta me pongo mi pijama y vuelvo a bajar.

Llego al salón y voy directo al piano. Mi padre le da un sorbo a su bebida mientras espera y mi madre se dedica a observarme.

Comienzo a tocar y no puedo evitar pensar en Hugo. Tal vez mi cuerpo y mis manos estén aquí pero mi alma está donde quiera que vayan esos ojos miel.

⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘

POV: Hugo Evans.

Veo a Thomas reír abiertamente debido a un comentario de Lena. Siento un alivio en el pecho y termino de arreglarme.

Recuerdo que antes de desviarme completamente del camino en la tarde, le dije que la esperaría en la parada del autobús. Sonrío al recordar cómo asintió mientras conducía.

Mil Tormentas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora