Capítulo-12

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Parecía ser que estaba en una cama echa literalmente de hielo, ¿cómo alguien podría dormir aquí?

Y lo peor era su alrededor, era una cuarto simple, sin decoraciones y sin nada, sus paredes estaban echas de una piedra lisa de color azul pálido y lo único que predominaba en el cuarto era el mismo.

¡Parecía una cárcel!

Esto fue el primer pensamiento de Sora al despertar...

Pero dejando eso de lado, Sora miro su cuerpo y se dio cuenta que estaba tapado con un gigantesca sábana blanca y en una esquina de la cama de hielo, estaba lo que parecía ser ropa doblada.

Al transformar su cuerpo en dragón, toda la ropa que llevaba se destruiría inmediatamente, y al regresar a su forma humana aparecería desnudo.

Esto no era problema a opinión de Sora, su abuelo le había enseñado desde niño a no tener vergüenza de su cuerpo, siempre debería de quererse a sí mismo. Pero, aunque esto no era problema para Sora, era un problema para otras personas, el se imaginaba que de casualidad alguien lo viera caminando desnudo y, la primera impresión que daría sería la de un loco pervertido.

Antes de vestirse, Sora inspeccionó sus heridas. Su pecho se había quedado con una cicatriz mientras que la cicatriz en su cara había desaparecido completamente. Normalmente la Medula del Dios Dragón no permitiría que se le quedara una cicatriz pero, la de su pecho era algo distinto, a parte de grande; la espada que la causo había sido rodada de una extraña energía profunda. Lo más probable era que tomara una tiempo a que se curara la cicatriz en su pecho.

Dando un suspiro de alivio, Sora se levantó de la dura cama y empezó a vestirse.

Era un traje blanco entero mientras que en sus bordes era azul, su parte superior era lo que parecía ser una chaqueta abierta; ancha y larga, amarrada en su cintura con un lazo azul y en su parte inferior, un pantalón holgado que daba la impresión de ser una saya.

Sora se preguntaba si esta ropa era de mujer.

Cuando fue a abrir la puerta para conocer a sus salvadores. . . No pudo.

Estaba cerrada. Sora miro esto algo alarmado, revisando la puerta y mandando su Fuerza Profunda a ella, noto que estaba protegida por una formación de protección.

A su mente, llegó la conversación que había tenido con Feng Bao... Los humanos veían a los dragones, no como personas, sino como medicinas y alquimia.

Y en especial su cuerpo que había sido creado con la carne y sangre del Dios Dragón, si un humano investigara su cuerpo, probablemente se encontraría con una mina de oro, literalmente.

Las cejas de Sora se cerraron, el levanto su puño y lo rodeó con su Fuerza Profunda, al tener completa su energía profunda, la fuerza del puño de Sora era la de un Reino Profundo Espíritu a medio paso en el Reino Profundo Tierra.

De inmediato su puño fue rodeado de energía profunda pero, en ves de arremeter contra la puerta, de momento Sora bajo su mano.

No sabia quien lo había salvando ni para que lo había echo pero, por lo menos debería de agradecerle. No sabia si habría sobrevivido o se lo hubiera comido una bestia mientras el estaba inconsciente.

El camino y se sentó en la cama y adquirió su pose de meditación. Cuando había levantado el puño, un repentino remolino de energía profunda del cielo y la tierra en sus venas profundas. Eso solo significaba una cosa.

¡Pasaría de el Reino Profundo Espíritu al Reino Profundo Tierra!

Esto era algo para ponerse feliz y por supuesto Sora no fue la excepción. El enseguida empezó a comprimir la energía y guiarla hacia sus venas profundas.

ATG: Dios Dragón De La Calamidad Celestial. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora