ISABEL.
—¿Les gusta este? —pregunté poniendo el vestido sobre mi torso.
Rebeca me lanzó una mirada, bastante coqueta, y asintió energéticamente. A su lado, una Ruby un poco adormilada balanceo la cabeza a modo de respuesta.
Eso era lo que la semana de exámenes podía ocasionar. Comprendía lo agotada que estaba.
—Combina perfectamente con tus ojos. Keitan de seguro se morirá –aseguró la morena.
Ambas chicas siguieron viendo la ropa de la tienda, comentando que ahí podría comprar los próximos quince conjuntos de las próximas diez mil citas a las que iría.
—No entiendo porque debemos planear esto tanto.
Ruby alzó su dedo como si estuviera a punto de decir la cosa más filosófica de todo el universo.
—La primera cita siempre es importante. Es especial.
—Tiene razón —dijo Rebeca de acuerdo.
Aún sin entender muy bien, porque tenía años sin tener una verdadera cita, me dirigí a la caja para pagar. Las chicas siguieron husmeando en la tienda.
Ruby había venido gracias a que, al parecer, ese día salió más temprano de lo usual. Me llamó, diciendo que tenía ganas de verme y le presente a Rebeca, quien rápidamente amó a la chica. La entendía, a mí también me cayó excelente desde la primera vez que hablamos.
Con respecto a los chicos, ellos estaban en algún otro lugar del centro comercial, quien sabe haciendo que cosa. Nos habíamos separado en cuanto cruzamos la entrada.
—¿Qué tienen pensado hacer el viernes? Es el último día de clases antes de vacaciones. —Ruby bostezo contagiando a Rebeca.
—Hasta ahora, nada.
—Tristan y yo teníamos planeado salir a algún bar. ¿Quieren venir?
Saqué mi dinero para pagar, mientras escuchaba como Rebeca le respondía a Ruby.
—Claro que sí. Lo que sea para salir con mis amigos antes de irme por un mes.
Reí un poco, —Lo dices como si fuera malo.
—Total. Ya quisiera también poder irme a España —bufó Ruby.
Me dieron la bolsa, llena de la ropa que elegimos, y salí con ellas detrás. Teníamos hambre, así que decidimos comer algo para así disponernos en buscar a los chicos después.
—No me malinterpreten, estoy emocionada, pero tener que soportar a Sebastián en todo el vuelo y en la habitación donde nos hospedaremos ya es un completo martirio.
Ordenamos una pizza. Al sentarnos en la mesa, inmediatamente mi celular comenzó a sonar. Lo saqué de mi bolso, viendo que Keitan era el que me estaba llamando.
—¿Hola? —contesté con la boca un poco llena de pizza.
—Hola, fenómeno. ¿Dónde están?
—En el área de comida. ¿Y ustedes?
—Lucas y Sebas se pelean por ganar un peluche de pingüino. Yo ni siquiera lo intento.
Ambas chicas me miraban atentamente, tal vez esperando que suspirara como tonta enamorada. No podían culparme, cada vez que escuchaba la melodiosa voz de Keitan mi corazón saltaba como loco.
—¿En serio? Me hubiese gustado tener un lindo peluche de pingüino —dije para molestarlo.
Se quedó en silencio unos segundos, hasta que por fin habló haciéndome reír.
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¿Caer Yo? Jamás ✔
Romance♕ Libro uno de la serie Jamás ♕ "Isabel está a punto de iniciar su primer año universitario en el lugar más codiciado de la ciudad: Walton. En dónde todo se basaba en fiestas, clubes, chismes, y mucho fútbol . Ella había tenido los peores dos último...