•Sólo Mío•🌹 ZARRY 🌹

25

-¿Estás diciéndome que ahora no me dejarás volver a mi trabajo?- Harry preguntó divertido.

Había terminado la reunión de Zayn con los inversionistas franceses y solo quedaban él y Harry en la sala de juntas.

-Mm.. No, pero sí que quiero que trabajes aquí conmigo.- Respondió colocándose a espaldas del menor, quien estaba sentado en una de las sillas de la sala.
Comenzó a masajear sus hombros y Harry soltó un pequeño jadeo.

-Aún no te he dicho si voy a vender mi parte o no de la empresa... Puede que la venda y me vaya a estudiar a otra parte.- Dijo tratando de sonar serio, ocultando una traviesa sonrisa.

-No lo creo.- Se inclinó un poco para acercar sus labios a la blanca piel del cuello del rizado, haciendo un camino de pequeños besos hasta llegar a su oreja.

-¿Y por qué no?..- Suspiró al sentir cómo su piel se erizaba por el aliento del moreno sobre ella.

-Porque eres mío... No tuyo, mío... Y no te dejaré ir lejos de mí.- Susurró e inhaló de la suave fragancia.

Harry no pudo ocultar más su bonita sonrisa de hoyuelos.

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-Podría acostumbrarme a esto, ¿Sabes?- Acariciaba los rizos color chocolate con una de sus manos, hundiendo sus dedos en la cabellera.

-También yo...- Sonrió recostado del pecho tatuado del mayor.

Estaban en el departamento de Zayn, recostados en la cama de su habitación, viendo un maratón de Harry Potter.

-Dime que te quedarás hoy.

-No lo sé...

-Si dices que sí, te daré un premio.

-¿Y qué es?- Harry volteó a verlo con la ilusión de un niño pequeño.

-Es un secreto, pero ¿En serio quieres saberlo?

-¡Sí, sí, por favor dime!

-De acuerdo, pero tienes que prometer que te quedarás.

-¡Eso es trampa!

-Sí, tienes razón, me gusta jugar sucio.- Arrugó su nariz y pinchó la ajena con su dedo índice.

- Tú ganas... Me quedo. ¡Ahora dime! Y despues me la das, claro.

Zayn sonrió con picardía, tomándole un doble sentido a la oración. Harry muy a menudo solía decir cosas así en su inocencia.

-Bien, tu premio es... Un beso.

-¿Qué?, ¡Pero!..

-No es cualquier beso gatito.

-¡Pe...

Zayn lo interrumpió tomando sus mejillas entre sus manos y juntando sus labios, aún manteniendo una sonrisa.
Harry colocó sus manos sobre las de Zayn y comenzaron con un beso lento y suave, cómo eran todos sus besos desde que comenzó su noviazgo.
El mayor acariciaba las mejillas que comenzaban a tornarse tibias.
Atrapó entre sus dientes el labio del contrario, ganándose un apenas audible gemido.

Prosiguieron entre besos y caricias un rato más, mientras tanto el mayor llevó sus manos a la cadera del menor, lo tomó con la fuerza suficiente para levantarlo y colocarlo sobre él a horcajadas.
Harry pudo sentir la dureza de su novio debajo de él, y estuvo a punto de separarse del beso por instinto, pero esto fue impedido por una nueva mordida de Zayn en el labio del menor, acompañada de un pequeño apretón en la cadera, atrayendolo más hacia su erección.