Aquel pequeño de siete años estaba sentado al borde de la cama del cuarto en que se encontraba, sus padres y él se encontraban en Seúl por un viaje de trabajo y se estaban quedando en casa de los abuelos del pequeño.
Estaba esperando a que llegaran a recogerlo, ese mismo día iban a volver a casa y él ya no aguantaba a sus abuelos, eran demasiado exigentes y secos con él.
Finalmente llegaron y lo recogieron, subieron al auto y comenzaron a hablar.
—¡Beom! ¿Cómo la pasaste hoy, mi niño hermoso?
—Algo aburrido como siempre, sabes que odio estar con ellos...
—Lastimosamente no tenemos otra opción, pero piensa en que ya estamos volviendo y podremos ir a jugar tranquilos ¿Sí?
—¡Sí, finalmente!
—Llegaremos algo más temprano, tu papá acaba de encontrar una carretera más sola que sirve de atajo.
Estuvieron durante unos veinte minutos BeomGyu y su madre hablando, hasta que repentinamente ella dejó de hablar y comenzó a murmurar unas cosas con el padre de Beom.
—¿Por qué no salimos de aquí?
—No sé, se supone que esta vía era rápida.
—¿No será que la habrás tomado mal...? ¡Estás en contravía!
—Maldita sea...
El pequeño había comenzado a ponerse algo nervioso, la carretera al menos estaba vacía por lo que podrían salir de ahí rápido.
O eso creía.
Estaba mirando por la ventana intentando no prestarle mucha a la discusión que ahora estaban teniendo sus padres, hasta que sintió cómo el carro volteaba con fuerza y su mamá gritaba.
—¡Sal rápido de...!
Se resguardó rápidamente e inmediatamente sintió una clase de golpe el cual ocasionó que su cabeza golpeara con cierta fuerza contra la ventana -aunque no lo suficiente para matarlo-, si de por sí ahí lo sintió bastante fuerte, no se imaginó cómo lo habrán sentido sus padres adelante, porque de por sí desde su sitio se veía cómo la parte delantera del auto alcanzó a ser aplastada y los vidrios de ahí salieron prácticamente volando.
La madre de BeomGyu con sus últimas fuerzas bajó el espaldar de su silla para poder acercarse al pequeño, tomando el collar que traía puesto en su cuello y arrancando este, dejándolo sobre su mano que estaba abierta.
—No quiero dejarte aquí solo, y menos con ellos, pero creo que tocará... Lo siento por dejarte viviendo así...
•••
Cubrió su boca para intentar calmar el llanto, no quería que lo escucharan. Colocó el collar en su cuello y e intentó secarse las lágrimas.
—Si tan solo hubiera muerto con ustedes, tantas cosas se hubieran evitado... ¿Qué me costaba golpearme más fuerte contra el vidrio y enterrarme los restos por completo en la cabeza?
Se encontraba abrazándose a sí mismo, sus manos y brazos de estaban sacudiendo con fuerza y sentía aquella tensión sobre todo su cuerpo, deseando nuevamente tener la vida perfecta que tuvo hasta ese momento.
Tomó un pequeño pedazo de papel y un bolígrafo para comenzar a escribir en este una pequeña nota.
"A veces quisiera saber lo que sería poder haber crecido contigo, escucho a tanta gente hablando sobre cómo crecieron al lado de la familia perfecta, sobre cómo sus abrazos curaban todas aquellas pequeñas heridas que podrían llegar a tener, sobre cómo sentían que el mismísimo paraíso estaba mostrado ante sus propios ojos cuando se encontraban en aquel hogar, suena algo tan lejano y tan fantasioso... Extraño poder sonreír nuevamente, extraño poder jugar y hacer cosas tranquilo sabiendo que los tengo cuidándome... Extraño tenerlos conmigo"
ESTÁS LEYENDO
Sick Hearts [TXT]
Fanfiction¿Qué pasaría si, en algún momento, tus habilidades fueran puestas a prueba con mayor dificultad a la que estás acostumbrado? Este es el caso de Choi YeonJun, un chico de veintidós años, proveniente de una familia conocida por tener a los mejores psi...