|Capítulo seis|

446 32 17
                                        

[^^]

- Onomadek.¿Porque tienes que ser tan curiosa?- Cuestiono aquel que se hacía llamar "jefe".

- Ya le dije, el fue el que me dejó entrar.- Dijo con lágrimas en los ojos.

El extraño personaje solo se arrodilló y agarro el mentón de la chica, así mirándolo directamente a los ojos.

- Bien, solo dime acerca de lo que hablaron y te dejare en paz.

La de ojos rosas solo asintió, mientras intentaba decir las palabras correctas, para no hacerle enojar.

- Bien, intente sacar toda la información posible de el.- Dijo mientras sacaba un pequeño reloj, el cual brillaba de un color azul fuerte.

- Bien, dime todo, y no olvides nada.

- Bien..

[^^]

Onomadek solo volvió a aquella habitación de hotel.

Tenia que decirlo, su "jefe" le pagaba la habitación, dando aclarar que antes eran buenos amigos.

- Tsk, otro día más.- Dijo mientras se quitaba la chaqueta. Y la dejaba tirada en el piso.

Miro a su mascota, el cual era un perro pastor alemán de color blanco.

- Eres tan tierno..- Dijo Onomadek, mientras le daba algunos premios.

Onomadek solo se fue a su cama, se aventó y se quedó ahí, mientras salían lágrimas de aquellos ojos de color rosa.

- No es tan fácil..- Dijo a si misma.

[^^]

- ¿Acaso no puedes hacer algo bien?- Dijo la madre del personaje.

- No madre, tu siempre apoyas a esa niña, ¿Cuando vas a aprender que ella es una niña mimada que solo depende de ti?- Contesto la de pelo café.

- No me contestes jovencita.

- También, tu estúpido esposo, ¿Acaso no me crees cuando te digo que el me abuso?

- El no sería capaz de eso, solo quieres llamar la atención.

La chica con tan solo 14 años, miro a su madre enojada, las lágrimas no caían, aunque fuera su propia madre, la odiaba.

- Bien, que te quede claro, ya no voy a ser tu hija.- Contesto mientras rompía aquella botella de licor.

- ¿Acaso no sabes cuánto cuesta?- Pregunto enojada aquella señora, mientras recogía del piso los vidrios de la botella.

- Ajá, ¿Porque no se lo preguntas a tu esposo querido? Oh, ya se porque no se lo preguntas.- La chica solo reía.- El no trabaja, se queda en casa mientras ve páginas porn*.

- ¡Vete de aquí!- Grito aquella mujer.

- Bien, pero, quiero que mires tu propia habitación antes de que me vaya, quiero ver tu expresión facial.

La mujer no entendió lo que le decía su propia hija, solo miro con seriedad.

- Bien, no revisaré mi put* habitación, solo quiero ver cómo te marchas desde esa puerta.

La de pelo café solo agarro su maleta y se fue, dejando a su madre sin palabras y sorprendida.

Parece que estaba sola de nuevo, mientras caminaba por las silenciosas calles, mientras miraba el suelo.

- Onomadek~..- Escucho su nombre, sin decir nada, solo caminó hacia un callejón, ahí, es donde provenía aquella voz llamándola.

— ¿Quién eres?- Pregunto con miedo.

/ Cartas / Donde viven las historias. Descúbrelo ahora