/ Cartas /

|Capítulo ocho|

Popee

Ese chico rubio, el cual parecía sacado de una película de amor de adolescentes.

El tenía sus mismos defectos, aunque nunca los demostraba. En si, se podría decir que tuvo muchos amoríos.

Tenía algo planeado esta vez..
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— Gracias por haberme invitado.- Dijo aquella chica.

— De nada, tu eres mi mejor amiga, así que, me interesa tu bienestar, y me gustaría que entres a esta escuela.

— P-Popee..- Aquella joven solo lo abrazo.- Gracias, sabes, eres el mejor.

— Si..

Ambos caminaban por los pasillos de la escuela, dejando en claro el hecho de que ella sería una nueva integrante.

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Aquella jovencita caminaba por los pasillos de la escuela, siendo observada por todos los estudiantes.

Tenemos que aclarar que la joven también era una “celebridad”, participaba en películas, siendo la personaje principal y a veces la secundaria, aunque, eso no importaba, de todos modos, ya era reconocida.

— ¡Hola a todos!.- Gritaba.

Todas las chicas la rodearon para decirle algunas cosas amables.

Aunque, está solo buscaba a alguien.

— ¡UPS!, Creo que no está por aquí a la persona que busco.- Dijo amablemente.- Después hablamos, chicas.

La chica solo caminó con una sonrisa.

— Mhmm..

Estaba mirando una foto de aquella persona, el cual era Kedamono.

Le era raro el hecho de que su mejor amigo le pediría que busque a ese tal “Kedamono”.

— Esto es sospechoso..

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La joven había encontrado a Kedamono, solo que estaba acompañado con una rubia.

— ¡Bien!- Grito la chica, para después ir corriendo hacia el joven.

Ambos cayeron al suelo.

— Te encontré.- Dijo la de pelo verde claro.- Bien, tú debes de ser Kedamono.

— ¿Te conozco?- Pregunto Kedamono, mientras le miraba con cierto odio.

— No, pero-..

— No quiero que te vuelvas a acercar a Kedamono y a mi - Contesto la rubia, interrumpiendo a la contraria.

— Oh, Eepop..tranquila, no haré nada malo, solo quiero darle algo al señor Kedamono.- Dijo mientras señalaba a Kedamono, mientras hacia una cara “tierna”.

Eepop solo miro hacia el suelo mientras cruzaba sus brazos, no podía mandarle a Kedamono.

— Bien, solo dame tal cosa y te largas de mi vista.- Dijo Kedamono.

— Si,si.- Sacaba de su bolsa unas galletas en forma de conejo rosados.- Bien, solo te quería dar esto.

— ¿Porque?

— Bien, te lo diré, soy nueva aquí, así que, me han hablado acerca de ti, que eres un buen estudiante y me quiero juntar con los mejores estudiantes de este lugar.

— Solo llevo una semana aquí..- Dijo Kedamono, mientras rodaba los ojos, ya había personas que le decían que era un buen estudiante, cuando, en realidad, solo llevaba una semana ahí, no sabían de el, ni sus calificaciones, supongo que es, porque estuvo en un país diferente a Japón.