- Madre mía, debiste haber sido una bomba emocional - dijo Sabrina - Es mucho que afrontar a los catorce años sin poder hablarlo con nadie.
- Gracias - dijo cogiendo el plato de lasaña que le ofrecía Mari - Se me hace la boca agua de verlo - Asintió con la cabeza al mismo tiempo hacia Sabrina, reconociendo su declaración ¿Sabía que lo que estábamos haciendo era una locura? Sí - dijo - Pasar a la adolecencia y darte cuenta de que tu mejor amiga te pone cachonda da mucho miedo. Y si su madre nos hubiese pillado besándonos... - dijo con una sacudida de cabeza - No puedo ni siquiera empezar a imaginar su reacción.
Sabrina se echó a reír.
- Creo que si podías imaginártelo, eso es lo que te asustaba.
- Entonces, ¿tu y Daniela hablaron de eso? - preguntó María - Quiero decir, puedes hablar sobre practicar o ayudarla o lo que tu quieras, pero creo que las dos sabían perfectamente lo que hacían.
- Claro que sabíamos lo que estábamos haciendo, pero no lo comentábamos. Ella seguía haciendo lo que se supone que tenía que hacer, quedar con Harry. Las dos sabíamos cual era nuestro lugar. Ir a colegios diferentes, tener amigos distintos... Su madre la mantenía ocupada con un millón de actividades extra escolares. Además, a medida que crecía iba más con sus supuestos amigos. No porque quisiera, pero porque era lo que se esperaba de ella.
- Porque era una Calle - dijo Sabrina - Así que Elche era una pequeña ciudad donde las divisiones de clase seguían pasando. Vaya.
- Ya se lo he dicho, sus padres estaban obsesionados con el que dirán.
- ¿Y fue difícil verse la una a la otra?
- A veces. Estaba muy ocupada con todo lo que tenía que hacer. Pero nos veíamos bastante, la cena era a las nueve y si ni su madre ni su padre estaban en casa, entonces nos veíamos - tomó un bocado de la lasaña y asintió con la cabeza - Dios, Mari, me voy a morir de lo bueno que está. Gracias por hacerla vegetariana.
- Gracias. Y de nada - le sonrió de vuelta.
- ¿Cuánto tiempo paso antes de que besarse ya no fuera suficiente? - preguntó Sabrina sin rodeos.
- Quieres decir, ¿cuándo empezamos a tocarnos?
-¿Eran vírgenes, no?
- Pero no inocentes - dijo - Quería tocarla, siempre quería tocarla, pero me daba miedo - poché sonrió - La primera vez que me atreví a algo más, tenía quince años.
~Flashback~
- He sacado un 9 en el examen - dijo Dani con entusiasmo, levantando la hoja para que poché pudiera verla.
- Bueno, mírate - dijo - Toda una cerebrito, ya te dije que te iba a salir bien.
- Lo sé. Aún así estoy en shock.
Poché la siguió hasta su sala de estudio y se dejó caer en el suelo donde normalmente se sentaban. Dani se sentó junto a ella con las piernas cruzadas, con una sonrisa en su rostro.
- ¿Qué? - preguntó poché, sonriendo también.
- Natalia va a dar una fiesta mañana por la noche.
Poché ladeó la cabeza, sonriendo.
- ¿Y?
- No se bailar... - bajó la cabeza.
-¿Quieres que practiquemos?
Dani asintió, su expresión se volvió seria.
- ¿Podemos?
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Siempre fuiste tú. [Terminada]
FanfictionDaniela Calle, hija de unos padres adinerados demasiado obsesionados con el que dirán, conoce a los nueve años a María José Garzón, hija de la encargada del servicio doméstico. Pese a su gran y rápida amistad, ambas siempre han sabido cual era su pa...