Siempre fuiste tú. [Terminada]

Capitulo 9

- Estoy enamorada de ustedes solo de oír todo esto - dijo María.

Poché se recostó en el sofá, balanceando su taza de café sobre su muslo.

- Fue un día especial - admitió la pelinegra con una sonrisa en sus labios.

- ¿Y ella? ¿Te lo hizo a ti también? - preguntó Sabrina.

Volvió a sonreír.

- Pasamos tres horas sin ser interrumpidas en la cama. Estaba sorprendida de que al día siguiente pudieramos caminar.

- ¿Cómo coño mantuvieron todo eso a espaldas de su madre? Bueno, y de la tuya, para el caso - preguntó María

- Supongo que no querían verlo. Estoy segura que cuando nos mirábamos la una a la otra estaba escrito por toda nuestra cara.

-¿Y qué paso con Harry? - preguntó Sabrina - Supongo que al final se acostaría con él.

Poché sintió una punzada familiar a los celos en su estómago, incluso después de todos estos años. Asintió con la cabeza, casi con miedo de hablar. Aclaró su garganta primero, tragándose el nudo.

- Se acostaba con él. No mucho - dijo - pero... lo suficiente.

- ¿Y cómo sabes que no era mucho?

- Porque me lo contaba.

- ¿Y le creíste? - pregunto la gallega.

- Daniela no me mentía con eso, con nada. Ya les he dicho que sabíamos cuál era nuestra papel.

- Pero, ¿y qué? - exclamó María agitando las manos - Estaban enamoradas la una de la otra, ¿cómo coño podía permitir que Harry ese la tocara?

- Sé que es difícil de entender - dijo - Y ahora que tengo más edad... si me paro a pensarlo, me doy cuenta de lo peligroso que era. Emocionalmente peligroso, quiero decir. Daniela era alguien a quien no me podía resistir, nunca. Y así como yo sabía mi papel en esta historia, ella también sabía el suyo. Y era jugar la parte que Fernanda Calle había montado para ella. Eso incluía salir con Harry y... acostarse con él. Pero Daniela tenía el mismo puto problema que yo - sonrió.

- ¿Qué era?

- Ella tampoco podía resistirse a mí.

- Entonces, ¿Qué eran? ¿Amigas con derechos? No puedo ni siquiera imaginarme estar en sus zapatos - dijo María.

Poché suspiró y cerró los ojos.

- ¿Estaban en el último curso de bachiller, no? - preguntó Sabrina intentando enfocar el tema de la conversación desde otro punto.

- Sí. Nos acostamos por primera vez en otoño. No tuvimos otra oportunidad de estar a solas hasta casi Navidad. Siempre estaba ocupada con Harry y sus amigos, con eventos del club de campo y otras movidas. Su madre la cambió de clases de tenis a golf, así que muchos de los sábados que solíamos estar juntas, los pasaba allí - se encogió de hombros - Tuve un par de buenas amigas en el instituto con quienes me juntaba bastante. Eso me ayudaba a mantener la mente ocupada.

- Debiste de sentirte muy sola - dijo Sabrina.

Poché la miró triste.

- Podría haber estado entre una multitud de millones de personas y no hubiese importado.

- Oh, cariño, ¿cómo te las arreglaste para salir de eso? - preguntó María.

- No estoy muy segura - le contesto - Era nuestro último año "juntas", yo solo me arrastraba por aquí y por allá como un alma en pena. La universidad estaba a la vuelta de la esquina y sabía que nuestra separación era inminente. Ella se iría a su lujosa universidad y yo me quedaría por la zona.