La vida nos ofrece tantas alegrías como tristezas. El amor nos permite vivir momentos sublimes, pero también nos provoca dolor y lágrimas. Este poemario es la suma de esos instantes frágiles, de esas noches oscuras, de esos suspiros largos y tristes...
Andaba por por una avenida del distrito de San Jerónimo en la provincia de Andahuaylas.
Hoy pasaste cerca de mí sin voltear a verme. ¡Cómo duele el silencio! Hoy estuve cerca de ti y apenas me miraste. ¡Cómo caen los ensueños! Mientras tanto las canciones de mi móvil suenan por ti. Mientras tanto los estados de mis redes cambian por ti. Tal parece que me hago ilusiones, ideas delirantes, deseos surreales, porque donde valen las verdades no estoy en tu liga y el radar de tu cuerpo lleva tiempo averiado porque a tus ojos descompuestos yo soy invisible. Creo que mi alma está herida por tanta espera, creo que mi pecho esta maltrecho por esta apatía. Bebo olvidarte, está claro, debo ignorarte como tú lo haces; pero este amor rebelde me deja sin razones, tal parece que mañana volveré a mirarte.
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