12 de abril de 2017.
Azotea de la Universidad Nacional José María Arguedas.
En tanto te mostré una señal de interés
saliste huyendo de la esfera de mi mundo.
Apenas te di un indicio de mi afecto
cerraste los ojos. Empezaste a eludir mi presencia.
Me he sentido mal, lo admito.
Quería maldecir, lo confieso,
pero maldecirte a ti,
y llorar por ti,
gritarte a lo lejos algo, algo feo, ya no sé qué;
sin embargo me guardé las ganas de odiarte.
No tenía sentido magullar mi vida
por un distante suspiro pasajero.
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Después de una herida
PoesíaLa vida nos ofrece tantas alegrías como tristezas. El amor nos permite vivir momentos sublimes, pero también nos provoca dolor y lágrimas. Este poemario es la suma de esos instantes frágiles, de esas noches oscuras, de esos suspiros largos y tristes...