23 de Septiembre del 2017.
Una tarde soleada sentado en un banco público en la plaza del distrito de San Jerónimo de la provincia de Andahuaylas.
Me moriré un día
como toda criatura.
Me iré sin aviso
una noche oscura,
sin pedir permiso,
estoy convencido.
Vendrá ese momento
sin mi consentimiento.
Mientras tanto
no seré tonto,
me limpiaré el moco,
me comeré un olluco,
por si fuera poco,
tomaré agua de coco
y me reiré como un loco.
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Después de una herida
PoetryLa vida nos ofrece tantas alegrías como tristezas. El amor nos permite vivir momentos sublimes, pero también nos provoca dolor y lágrimas. Este poemario es la suma de esos instantes frágiles, de esas noches oscuras, de esos suspiros largos y tristes...