2 de diciembre de 2021.
A orillas de mi cama con una vaga sensación de fracaso y soledad.
No podía sostener tu mirada.
El odio que me tenías brotaba de tus pupilas
unida a una rabia impotente y triste.
Sentías un desprecio desolador por mí,
—Te odio tanto como te amé —dijiste resignada.
Tus mejillas empapadas de lágrimas ardían en rencor.
En ese momento apenas atiné mirar tus ojos resentidos,
no supe ver las heridas de tu corazón.
Merecía tu desdén y mucho más,
Había quebrado la frágil ilusión
que aún nos mantenía juntos.
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Después de una herida
PuisiLa vida nos ofrece tantas alegrías como tristezas. El amor nos permite vivir momentos sublimes, pero también nos provoca dolor y lágrimas. Este poemario es la suma de esos instantes frágiles, de esas noches oscuras, de esos suspiros largos y tristes...