16 de junio de 2021.
Sumido en una laguna de prejuicios.
Cuando llega la tarde tomo una copa de dolor,
bebo cada gota de pena, de infamia, de hiel.
Cada sorbo de amargura me ahoga en secreto.
Cuando llega la tarde me cuelgo en una cuerda,
mis sueños mueren, mis heridas arden,
mis dislates siguen, mis lamentos crecen.
Cuando llega la noche suelo llorar escondido
en el fondo del armario, en las grietas del silencio.
Mi llanto es inaudible, mis lágrimas invisibles.
Cuando llega la noche descubro que no soy nadie,
apenas soy el pan que no se quiere,
la fruta prohibida del árbol podrido,
Soy el verdugo de mi vida, el demonio de mi alma.
Soy quien teje artimañas para acabar con mis días.
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Después de una herida
PoetryLa vida nos ofrece tantas alegrías como tristezas. El amor nos permite vivir momentos sublimes, pero también nos provoca dolor y lágrimas. Este poemario es la suma de esos instantes frágiles, de esas noches oscuras, de esos suspiros largos y tristes...