18 de diciembre de 2021.
En memoria de una tarde en el cerro Calvario.
La brisa de la tarde ondeada tu pelo,
los últimos rayos de luz
refulgían en tus mejillas
en aquel escondite hecho a nuestra medida.
Tu sonrisa infinita solo existía para mí,
tu piel de nieve y lumbre
oscilaba con el desliz de mis dedos,
tus dulces labios parecían
destinados a mis besos delicados.
Yo moría al tocarte y vivía al sentirte.
No había inocencia más pura que la muestra.
La gélida noche seguía fugitiva
con el fuego de la ingenua pasión
que nos quemaba,
yo te amaba con locura,
tú me querías sin censura.
Estaba sometido a tus lindos ojos,
tu corazón latía por mí
mientras yo respiraba para ti.
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Después de una herida
PoetryLa vida nos ofrece tantas alegrías como tristezas. El amor nos permite vivir momentos sublimes, pero también nos provoca dolor y lágrimas. Este poemario es la suma de esos instantes frágiles, de esas noches oscuras, de esos suspiros largos y tristes...