Como una abeja en el agua

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4 de Julio de 2021.

Cuando llegué a la azotea encontré una abeja en el agua, atrapada en una tina, la criatura luchaba por salir, aleteaba sin rendirse; así que, la ayude. Ella espero unos instantes para secar sus alas, creo que me miró a los ojos y quizá dijo algo que no llegué a comprender. Tras un momento alzó el vuelo y se perdió en el firmamento. Entonces decidí escribir un poema para evocar ese breve encuentro.


Como una abeja en el agua,
soy como el agua que mata,
soy como la abeja que muere.
Así soy veneno para los que me aman,
toxina para los que me odian.
Soy como la hija del averno,
soy como el sello del infierno,
soy un demonio, soy una arpía;
pero estoy triste, soy triste y estoy podrida,
podrida por dentro y podrida por fuera.
Mi alma está podrida, mi Dios está podrido
y lloro, lloro sin motivos, lloro como loca,
lloro como vaca, como animal, como bestia,
como hija del maligno con rabia y venganza,
reprimiendo mis dolores,
repartiendo maldiciones
y suspiro, suspiro escondida,
camino pérdida por las calles del vacío
y muero como un insecto,
como una abeja en el agua.
Decían que nada bueno saldría de mí
y no sale nada bueno.
Tenían razón mis detractores,
corazón no, pero razón sí.
Soy la perdedora del barrio,
por fin era algo, más bien soy,
la que se señala con el dedo,
la de los ojos tristes,
la del cabello pintado,
la innombrable, la indecente.
Decían, más dicen que soy
un ejemplo de fracaso
la maleante, la infame,
la manzana hedionda,
la fruta prohibida.
Eso soy y más y hay más:
soy la oveja descarriada,
la vaca negra, la perdida,
la vergüenza de mis padres,
la que no tiene futuro,
solo presente, pero ausente,
la rara, la puta, la fea.
Eso dicen y dicen más.
Soy la voz que no se escucha,
el maltrato que no se mira,
la que solo quiere ser oída,
la que busca un poco de justicia,
de comprensión, de bendito amor;
pero no, no hay amor para las manchas,
las manchas que ensucian el mundo.
Yo era como una mancha,
no era, aún los soy ahora, eso dicen,
el punto sucio de una tela blanca.
Soy la lágrima que se oculta,
el silencio del abuso,
la chica en desuso,
una vida truncada,
un sueño frustrado.
Soy quien soy, el prejuicio
y no me arrepiento, diantres.
Me han lanzado tantas etiquetas.
He creído toda esa mierda ajena,
pero no soy el cuadro que ellos pintan.
Soy el pincel de mi vida.
Soy la luz de otro día.
Conozco mis pantanos,
conozco mis heridas,
yo vivo mis tragedias.
No soy la fea de tus ojos,
no soy la puta de tu casa,
no soy rara, incomprendida.
Si me buscan me encuentran
ya no me muerdo la legua.
Si me dan ponzoña, les doy ponzoña,
no moriré como una abeja en el agua,
voy a salvar una abeja.
Escupir es fácil, esculpir difícil.
He llorado a raudales
ante un espejo roto.
No soy el reflejo que me han vendido.
He mirado la vida
por un ventana sucia.
Querían cortar mis alas,
querían verme caer
como ellos han caído.
Los apodos que me han lanzado
son la carga que ellos han vivido.
Alzaré mi vuelo, venceré, lo juro,
por gracia de Dios o desgracia del diablo,
no me rendiré, no me rendiré, ahora.

Después de una heridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora