No importa el lugar, solo importa estar contigo (LUMITY)

I

- ¡Alador!, dime que es mentira lo que acabas de decirme - una mujer de cabellos verdes, piel palida y ojos dorados le gritaba a su marido un hombre de piel pálida, cabellos y ojos castaños.

- Odalia, es verdad he perdido todo. Vendrán a embargarnos en unos días - El señor Blight estaba muy preocupado, no sabía que pasaría de ahora en adelante, pero estaba seguro de que tendrían un lugar a donde ir después de todo, su madre aún vivía en México.

- ¿Cómo piensas decirle a los niños la situación que no podrán llevar la vida que teníamos?, Amity no podrá seguir la universidad - la mujer se ponía cada vez más histérica, era obvio que quien no quería acostumbrarse era ella.

- Odalia, basta Amity y los gemelos lo entenderán, aunque a quien le costara procesarlo es Amity... - Ambos escucharon cuando la puerta se abrió, observaron a tres personas, dos chicos mellizos de cabellos verdes y ojos dorados y un lunar cerca de la boca, y una chica más pequeña de piel clara cabello teñido de verde con algunas raíces de color castaño  quienes habían escuchado gran parte de la discusión de sus padres.

- Madre, Padre, no se preocupen, agradezco todo lo que me han dado y comprendo la situación en la que nos encontramos ahora. Madre podremos adaptarnos a una nueva forma de vida y padre, no te preocupes ayudare en lo que pueda para aportar algo a esta familia y... - Amity fue interrumpida por los gemelos quienes alborotaron su cabello.

- Manoplas deja la formalidad, nosotros también trabajaremos para aportar algo - dijo Edric

- No se preocupen por nosotros, podemos estar bien sin fiestas y ropa cara - Concluyo Emira

Los tres abrazaron a su padre, mientras Odalia
Los tres abrazaron a su padre, sabían que las cosas eran difíciles, y que tenían que actuar como jovenes-adultos responsables.

- Preparemos algunas cosas, para antes de que vengan a embargar - Los chicos guardaron algunos libros, ropa, zapatos y accesorios, lo que pudieron guardar. La señora que ayudaba con la limpieza les dejaría guardar sus cosas en su casa, y quedarse unos días después del embargue, para los chicos fue algo difícil despedirse del lugar donde crecieron, pero sabían que su padre tenía un plan de emergencia.

Ya casi anocheciendo, se encontraba aquel hombre con una expresión de esperanza, mientras llamaba por teléfono a la mujer que sería su salvación.

- ¿Hola? -  se escuchó cuando tomaron la llamada

- Hola mamá, soy yo Alador - Dijo el hombre con algo de timidez.

- Oh hijo, ¿cómo has estado?, gracias por lo que me has mandando estando trabajando en Estados Unidos -

- Pues no todo está bien, que digamos, pero la familia sigue unida, no agradezcas madre te lo mereces. Yo... Quería preguntarte algo -

- Querido, te escuchas muy preocupado. ¿Qué ocurre? - La voz de aquella mujer empezaba a mostrar preocupación.

- Perdí mi empresa por una mala inversión, no tenemos donde ir y van a embargar mis propiedades en unos días, solo pude salvar el auto y algunas cosas - Alador se sentía inútil y un ser que no servía para nada - ¿Podrías recibirnos en tu casa? -

- Hijo... -  las lágrimas se hacían presentes en los ojos de la mujer de avanzada edad, pero entendía la situación de su hijo - Sabes perfectamente que pueden quedarse aquí, ya me hace falta compañía familiar, sabes que la casa es lo suficientemente grande para que estén aquí -

- Gracias mamá - Alador sentía una presión menos de encima, al menos podría estar cerca de su madre nuevamente y los chicos conocerían a su abuela - Te avisaré cuando me dirija hacía México -

- No te preocupes, eres mi único hijo. Solo mencionaré que la casa está algo retirada, el lugar donde vivo ahora no es una pequeña ciudad, no podría considerarse un pueblo del todo pero es agradable - La mujer hizo una pequeña pausa, para continuar - Se llama las Islas Hirvientes, es un lugar precioso, espero les gusté vivir aquí -

- Claro que nos encantará madre - El hombre sonreía estaba más tranquilo - Hablaré con mi familia para darles la noticia, hasta pronto madre -

- Hasta pronto hijito - La llamada fue concluida, los ojos de Alador estaban llenos de lágrimas, al menos su familia no se quedaría sin un techo.

- Padre - La voz de una de sus hijas lo sacó de su pensamiento .

- Dime, Amity - Dijo mientras secaba sus lágrimas.

- ¿A dónde iremos ahora? - La joven manoplas observaba a su padre con curiosidad

- Iremos a México con la abuela, al menos no estaremos sin un lugar donde quedarnos - Pocisiono sus manos sobre los hombros de su hija menor - Perdón Manoplas -

- Papá, ¿porqué te disculpas - Amity sintió un fuerte y cálido abrazo de su padre - ¿Papá? -.

- Por exigirte demasiado, y no poder darte la vida que un alfa merece, la vida que tu y tus hermanos merecen - Amity comprendió, correspondiéndole el abrazó.

- Papá, tu me has enseñado que un verdadero alfa es aquel que protege a su familia y ama sus hijos, papá, eres el mejor ejemplo y alfa que conozco - Después del momento sentimental ambos se dispusieron a hablar con la familia, todos estaban de acuerdo, menos Odalia quien acepto de mala gana.

Por la mañana Alador se dirigió al lugar del banco que embargaria lo que tenía, dejando las llaves de sus propiedades y otros objetos de valor. Mientras los jóvenes Blight se despidieron de amigos y conocidos, al atardecer todos preparaban su equipaje para ese largo viaje. Para un momentos antes de irse se despidieron de la persona que les había dado posada.

- Vamos chicos - dijo Alador a sus hijos quienes no soltaban a la persona que los cuido cuando eran unos bebés.

- Ya vamos - Respondieron al unísono los tres hermanos, mientras subían al auto Odalia esperaba dentro no muy contenta por la decisión, pero eran mayoría.

- Empecemos de cero, familia, algo nuevo nos espera - Sin más el padre se puso marcha hacia su nuevo destinó.

La chica de cabello teñido, miraba por la ventana el camino que habían tomado;

》¿Qué me esperará en este nuevo lugar?《 dijo para sus adentros, mientras cerraba los ojos, quedando en total sueño.