10. Pan Horneado en Casa

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Ella había estado aquí antes, se percató, cuando levitó el cuerpo de Severus a través del umbral. Instintivamente giró a la izquierda, y sintió, más que recordar, dónde estaría el sofá. Estaba bastante segura de que sabía dónde estaba el armario de las cosas de té. Y cuando descendió sobre una rodilla para saludar al acogedor pequeño chucho blanco y negro que estaba siguiéndola servilmente, supo exactamente dónde quería la pequeña bestia que le rascara.

Sentía... algo por este lugar. Algo... cálido. Bueno. Como el pan horneándose en un horno lento. Se sentía... en casa. Resistió el impulso de creer el sentimiento, incluso cuando quería refugiarse en él. Tan preocupada estaba que saltó de pie cuando la interrumpió una sonora voz detrás de ella.

"Has regresado."

Ella se volvió a encararlo, su rostro y puños apretados contra los inexplicables sentimientos de pan casero.

"Entonces he estado aquí antes."

"Por supuesto que has estado. Pero eso ya lo sabes. Aunque fui minucioso, estoy seguro de que has tenido ecos a estas alturas."

"Me obliviaste."

"No lo hice. Tomé tus recuerdos."

"¿E hiciste esto por qué?"

"Para protegerte. Para evitarte sufrimiento."

Ella resopló. "No soy del tipo que requiera protección. Y me perdonarás si no te tomo la palabra. Harry, el veritaserum."

Snape suspiró. "Eso no será necesario. Hay un pequeño pensadero en el armario del baño. Tus recuerdos. Encontrarás que están etiquetados."

Ella se puso en pie, evaluando, combatiendo una perniciosa ola de... ¿ternura? ¿Esperanza? ¿Amor? Sacudió la cabeza con molestia. Fuera lo que fuera, ese sentimiento podía esperar a confirmación cognitiva antes de afectar sus decisiones. Pero él se veía tan patético, sentado ahí protegido y atado. Vulnerable.

"Bien," dijo ella, resistiendo un abrumador impulso de abrazarlo. Fulminante, se alejó.

Ahora que ella estaba fuera de su vista, Snape volvió la atención a la otra, menos bienvenida, figura en la habitación. Obviamente las ataduras habían afectado su cognición hasta el punto del delirio, ya que estaba realmente... complacido de ver a la amenaza de gafas. Levemente.

"Potter."

"Profesor."

"Se le ve... asquerosamente familiar. ¿El mismo peluquero, veo?"

Harry sonrió ampliamente. "¡Y usted ha descubierto el champú!"

El resoplido de Snape fue involuntario; obviamente, las ataduras estaban afectando también a su sentido del humor. "Qué ingenio."

Harry sonrió abiertamente. "Lo intento." Suspiró y su sonrisa desapareció. "Ciertamente espero que esté diciendo la verdad sobre la razón por la que 'Mione no puede recordar su primera visita aquí."

"No es que sus esperanzas tengan ninguna importancia en el asunto, pero estoy haciéndolo."

Potter le dirigió una pequeña sonrisa. "¡Excelente! Bueno, entonces al menos no tendré que volver a deshacerme de su cuerpo."

Snape carraspeó. "Eso es hacer un montón de asunciones sobre sus habilidades, Potter."

"Oh, no seré yo quien lo mate, Profesor," dijo, los ojos chispeando de diversión, "Aunque en este momento, no veo que ofrezca mucha resistencia. Pero créame, si resulta necesario, Hermione puede, y se hará cargo de usted por su cuenta."

"Así que ahora los Aurores recurren al asesinato, ¿verdad? ¿Y todo por un simple caso de alteración de memoria?"

"Si éste fuera un simple caso de alteración de memoria, yo no estaría aquí, Profesor." La diversión se filtró fuera de los ojos de Potter, revelando la mirada inexpresiva de un predador. El cambio fue lo bastante drástico para dejar inquieto a Snape.

"¿Pero por la violación de mi mejor amiga? Por eso..." dijo, los ojos verdes fijos en los marrones, "alegremente lo metería en una tumba sin marcar. Y me aseguraría de que estuviera vivo cuando lo hiciera. Desafortunadamente para mí, ella ha reclamado el derecho de ese privilegio, por desgracia."

Porque estaba observando atentamente, Potter captó la vaga mirada de sorpresa que revoloteó a través de los ojos del profesor.

"No hubo violación aquí, Potter. Lo que sucedió entre Granger y yo fue absolutamente consensual."

Esta vez, cuando el brillo de regocijo regresó a los ojos de Potter, Snape lo reconoció por lo que era, el mismo tipo de camuflaje que Albus había empleado para ocultar la profundidad de su capacidad. "Bien, entonces no tiene de qué preocuparse, ¿verdad?" dijo, todo jocosidad.

"Ya que estoy actualmente atado y protegido contra hechizos tanto verbales como no verbales, le tomaré la palabra sobre eso."

"Supongo que lo hará."

Ante eso se quedaron en silencio.

Harry esperaba de verdad que lo que el profesor estaba implicando fuera cierto. Que él y Hermione hubieran tenido una aventura, quizá incluso un poco de romance juntos. Él había amado a Ron, también, pero desde su muerte había sido mucho peor observar el dolor de Hermione que lidiar con el suyo propio. E independientemente, ya era hora de que Hermione dejara su dolor por Ron a un lado y reanudara su vida.

Y además, realmente esperaba no ser llamado a actuar de enterrador de un hombre que había llegado a admirar más y más con el paso de los años. Había puesto su nombre a uno de sus hijos después de todo... ¿Pero si lo que había sucedido entre él y Hermione había involucrado fuerza de algún tipo? Bueno, no había estado faroleando cuando había dicho que acabaría con el hombre sin remordimiento en absoluto.

"De verdad espero no tener que enterrarlo, Profesor. Hay muchas cosas que me encantaría discutir con usted."

Snape miró a su captor con leve horror. "No me daba cuenta de que los Aurores recurrían a torturar emocionalmente a sus cautivos."

Harry sonrió ampliamente. "Sólo en casos muy especiales."

Snape carraspeó.

*********

Llevó apenas un minuto, quizá dos, que Hermione reabsorbiera los recuerdos de su contenedor. Su cabeza luchó por comprenderlo todo... ¿pero su corazón? Su corazón ya lo sabía. La sensación de pan recién horneado, hogar, amor. No era extraño que lo hubiera lamentado. Todo lo que deseaba estaba aquí en esta casa.

Se permitió llorar, mientras recontextualizaba sus pensamientos.

Luego salió para unirse al padre de su hija.

El Peso de la MemoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora