IX

811 115 0
                                    







Aquella fuerte tormenta  que azotó el lugar me hizo dudar demasiado si debía de pensar si el lobo de iba a aparecer, abracé mi cuerpo de un forma un tanto lenta. Mirando aun a la ventana mientras veía como caminaba a mi alrededor Elliot de forma ansiosa y se sentó.

—Las tormentas solo atrasan las entregas. - Musitó y lo miré mientras me levantaba, toco su rostro de una forma suave y lenta, mirando esos ojos que me miraron de forma cálida y una pequeña sonrisa pasó sobre sus labios carnosos, dejé un pequeño besito en este y me senté en sus piernas sintiendo sus brazos rodearme con delicadeza.

—Todo estará bien - Intenté animarlo y su boca hizo una pequeña mueca.

Abrió su boca unos segundos y me volvió a ver, causando que me sonrojara recargando mi mejilla en su hombro.

—¿Como te has sentido? - Murmura y acaricié sus hombros.

—No puedo dormir para nada, tengo miedo que el lobo venga y te pierda o me lleve —dije de forma baja, escuchando aquellas corrientes de aire fuertes afuera.

Arruga sus cejas, lo solía hacer cada vez que yo tenía miedo y me intentaba calmar.

—No vendrá, y si lo hace no dudaré en cortarle la cabeza. - Susurra y besó mi frente.

No evito sonreír y luego me quedé pensativo sintiéndome triste después recargandome en su hombro.

—Extraño a mamá- Sentí mis ojos ponerse húmedos —¿por qué la tuvo que matar?  - Me abrazo fuerte. — perdí casi a toda mi familia - Solté sintiendo mis mejillas húmedas mientras el me acariciaba mi espalda y lloré más fuerte aferrandome.

—Vengaremos la muerte de cada uno de ellos - Susurra y lo miré con ojos aguados.

—Lo quiero muerto- hablé entre lágrimas —Quiero ver la cabeza de aquel lobo sin vida.

—Quisiera llevarte lejos de aquí, para que ya no su— Dimos un salto al escuchar la puerta abrirse de golpe por aquella ventisca y temblé por aquel frío, Elliot se levantó para cerrarla pero antes habían abierto la puerta unas manos más y di un paso atrás.

—¡Aqui está este maldito lobo! - Grita una voz masculina.

Tomé el brazo de mi novio quien me miró y entraron varios hombres tomando sus hombros, el forcejeó.

—¿Quien diría que tu novio era el lobo ? - Habló aquel padre y niego.

—¡El no lo es!

Intenté ir con el mientras me tomaron de igual manera y ví como arrastraban a mi novio sintiendo mis ojos ponerse húmedos forcejeando.

—¿que les hace pensar que es el? - Me retorci como pude mientras sentía que me llevaban detrás de ellos, sintiendo mis pies tocar aquella nieve incluso mis rodillas chocaban de vez en cuando al suelo y sollozo bajo caminando como pude.

—¿No vez que es un sospechoso? ¿No estas viendo como todo es claro?

Mis ojos lo miraron con molestia negando y sentir como me dejaban caer aun sosteniendo mis brazos.

—El lobo hoy morirá - Habló con molestia el padre mirandome y sentí un escalofrío.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝗥ojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora