CAPITULO ONCE

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24 de junio
April Stone





Hay muchas cosas que podemos esconder fácilmente si nos proponemos hacerlo, podemos ocultar y callar pensamientos, podemos ocultar nuestras expresiones, podemos hacerlo todo si queremos hacerlo.

Lo más difícil de esconder son los sentimientos, los buenos y los malos. Como te dije podemos ocultarlos, pero en algún momento saldrán a relucir.

Había pasado dos meses después de mi cumpleaños y dos meses en los cuales había pasado el mayor de los infiernos, tenía miedo, estaba por los suelos viéndome al espejo no pude evitar derramar algunas lágrimas, me dolía verme de esta manera, me dolía haber cambiado tanto, me dolía como habían tomado el rumbo las cosas, me dolía todo lo que estaba pasando conmigo.

Jack desapareció de mi después de mi cumpleaños lo único que me dejo fue un mensaje de texto

April, siento mucho dejarte, pero te prometo que volveré y estaremos juntos otra vez. Se fuerte por favor

Muchas cosas pasaron por mi mente creí que algo malo paso con él, haci que fui hasta su casa donde solo estaban Rachel y James.

No tuve más opción que creer en lo que me dijo y seguir con mi vida, pero creo que tome el camino equivocado.

Talvez no me entiendas, pero me tomare estas páginas para contártelo.

Había recibido aquel mensaje de Jack, fui hasta su casa pero no había rastro de él, ni siquiera estaban sus dibujos pegados a su pared, Rachel no me dijo nada sobre él , ni mucho menos James, lo único que escuchaba era un

“él está bien”

el cual se repetía una y otra y otra vez, creí que mi vida seria perfecta después de haber estado saliendo con Max, creí que todo se tornaría de manera especial entre nosotros pero no fue haci, todo tomo un rumbo horrible.

Aquel dulce chico que habitaba en el ante la sociedad escondía un mounstro horrible, después de haber regresado a clases nuestras salidas fueron constantes siempre se empeñaba en salir conmigo e irnos ambos a casa, no podía tener amigos, ni mucho menos secretos, ya que cada vez que los tenía lo único que sentía era el impacto de sus puños contra mi piel.

El maquillaje cubre muchas “imperfecciones” pero jamás lo hace con los hematomas, jamás lo hace cuando tienes cortaduras o raspones, podían ocultarse debajo de prendas de ropa, pero las cicatrices jamás lo hacían.

Extrañaba mucho a mi otra yo, la que decía lo que pensaba, la que no le tenía miedo a nada, la que eras feliz y sobre todo tenia a su lado a Jack, siempre que pasábamos por su casa buscaba a su hermosa mirada eléctrica o a sus perfetos dibujos y pinturas, aunque nunca aparecían en mi visión jamás lo hacían. Mamá solía preguntarme sobre mis cambios, como había cambiado de actitud y como había cambiado en mi forma de hacer las cosas y de vestir, me habían castigado cuatro veces en un solo mes, solo por Max el cual siempre me pedía que saliéramos demasiado tarde a fiestas de personas a las cuales no conocían y lo único que hacía era irse con sus amigos y dejarme sola, no podía decirle nada, no era algo que pudiera hacer ya que le tenía mucho miedo.

El espejo aun reflejaba mi mirada mis moretones mis raspones todo mientras me pasaba base y muchos otros productos que hacían que mi piel dejara de verse demacrada. Se lo que estas preguntando, ¿por qué no lo aleje de mi vida? Trate, pero siempre volvía con el por Jack no sé cómo consiguió su expediente médico en el cual decía claramente que padecía de VIH, me amenazó con enviar ese documento a todo el mundo, el recuerdo de lo que me hizo la noche anterior llego a mi mente haciendo que las gotas de lágrimas aumentaran.

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