CAPITULO VEINTIOCHO

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26 de julio
April Stone








-¡April Emilyt Stone abre la puerta en este mismo instante!- ordeno mi madre, la cual, repitió lo mismo unas cinco veces, desde lo de Max ya no me dejaba estar encerrada en mi habitación por mucho tiempo, pero necesitaba mi espacio, necesitaba superarlo, necesitaba olvidarme de todo lo ocurrido, pero mi mente masoquista me repetía.

Lo lastimaste, esta roto y es tu culpa……

El levantar mi vista hacia mi habitación hacia que inconscientemente viese hacia mi ventana por donde el mismo se había marchado la noche anterior, recordaba a sus hermosos ojos oceánicos viéndome fijamente mientras se cristalizaban, recordaba muy bien las palabras que le había dicho, y aunque mi corazón se estrujaba al ver mi teléfono en el cual tenia guardada una foto suya, mi cerebro no dejaba de pensar en el. Jamás creí en autolesionarme en algún momento como otras y otros lo hacia para calmar su dolor, no, yo estaba lastimándome de una manera mucho mas compleja y dolorosa, mi pecho se contraía y con ayuda del nudo en mi garganta ambos hacían que respirar sea doloroso, y que las lagrimas que tenia ganas de soltar y desahogarme no se hicieran presente, y que el dolor metal que me administraba cada que lo recordaba hacia que mi alma se sintiera bacia sin su brillo habitual, sin nada, me sentía.

Bacia, y me lo había ganado sola…….

-mamá por favor, vete- pedí mientras posaba mi cabeza en la puerta que estaba siendo adornada por el dibujo que Jack me había regalado en mi cumpleaños, ver aquella imagen, ver su firma a un costado de el dibujo, me hizo sentir de lo mas depreciable-

-April -dijo mi madre en un jadeo-

-junta de hadas? -pregunte mientras que sentía como mis ojos comenzaron a picarme-

-traeré las galletas- afirmo-

Talvez…. Te preguntes de que estoy hablando, bien, cuando tenia siete años, supe que tendría un hermanito, lo cual me molesto bastante, estaba enfadada y muy celosa, mis amigas solían decirme que los bebes eran como sanguijuelas que chupaban el amor de los padres y no dejaban nada para ti, haci que por un largo tiempo, deje de sentirme especial, sentí que ese bebe seria lo peor de este mundo, hasta que mi madre la cual ya tenia una barriga colosal, toco mi puerta, la abrió y trato de hablar conmigo, pero, yo no quería hacerlo, de una u otra manera, mamá entro a mi habitación con un tazón de galletas las cuales tenían chispas de chocolate, y, como resistirse a ellas cuando tienes un enorme vaso de leche a su lado. Mama me miro y solo dijo “junta de hadas”

-que es eso? –

-es una reunión donde solo las reinas hada se presentan y hablan de temas muy serios- recuerdo que mama hizo una imitación algo rara cuando dijo “serios” algo haci como cuando Mavis habla con Jonny en el crucero de monstros al decir “de trabajo”, luego de un gran silencio soltó un suspiro y me tomo de las manos “-se que crees que tu hermanito o hermanita será mas importante que tu, pero April, créeme que llegaras a amarlo de la misma manera en que nosotros te amamos a ti, el o ella será tu mejor compañera o compañero de juegos, podrás confiar en el o ella, y lo mejor es que tendrás alguien en que apoyarte, el o ella jamás te abandonará, siempre estará contigo pase lo que pase-“ me miro con ternura y juego hizo que toque su barriga, la cual al entrar en contacto con mis pequeños dedos soltó un pequeño golpeteo, nuestras juntas seguían y seguían, hasta que yo las detuve por completo, y solo me aleje de mi madre.

Baje, la sala estaba sola hasta que mi madre apareció en mi campo de visión sosteniendo una bould con galletas en ella y los dejo en la mesita de estar en la cual ya habitaba un jarro de leche. Me invito a sentarme.

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