Jacyn había tenido razón en una cosa. YoonGi comenzó a sentir los efectos de la droga en cuestión de minutos. Una sonrisa cruzó su rostro dormido mientras veía pasar a Jacyn a través de la sala, revisando a cada paciente.
Algo pegajoso y caliente le dijo que todavía sangraba por la herida en su costado, pero joder si a YoonGi le importaba. No con la sensación de calor letárgico arrastrándose a lo largo de su cuerpo. En ese momento, todo su interior podría haber comenzado una hemorragia y YoonGi no habría sentido ni una pizca de preocupación.
Una pequeña parte de él, gritó en preocupación por las ideas que empezaban a ser tan inútiles y tontas. La mayor parte de él sólo se encogió. No sólo se sentía demasiado bien para preocuparse por cosas tontas como su seguridad personal, pero en el fondo sabía que podía confiar en Jacyn.
La confianza no es algo que entregaba con facilidad. Hasta hace poco, los únicos a los que les dio ese honor fueron Jang y Owen. Ahora se encontraba dispuesto a confiar en los hermanos de Jang y sorprendentemente bastante en JiMin.
—Hey, ¿cómo estás? —preguntó una voz suave.
YoonGi torpemente giró la cabeza para encontrarse a JiMin a los pies de la cama. YoonGi frunció el ceño, seguro de que su drogadicta mente debía haber conjurado a la Pantera
—¿Eres una alucinación? —exigió YoonGi con una voz gruesa.
JiMin le dio una suave risa que nunca dejaba de girar sobre YoonGi.
—No, soy real.
—¿Qué estás haciendo aquí?, ¿fuiste herido?
—Estoy bien. Sólo quería venir y comprobarte. Una vez que me di cuenta de lo dolorido que estabas, traté de que el equipo médico te echase un vistazo, pero ya habías dejado la vecindad.
—¿Qué esperabas? ¿Qué después de una gran salida como esa, me gustaría pasar el rato en el estacionamiento?—Eso le valió otra sonrisa.
—Supongo que tienes un punto ahí. Pude haber tomado algunos de los destellos de tu actuación.
—No fue una actuación. Tenía muchas ganas de darte un beso —YoonGi se sintió obligado a señalar.
—Lo único que lo habría rematado hubiera sido que cayeras de rodillas y me la chuparas.
YoonGi parpadeó con confusión antes de responder con la mayor seriedad
—No creo que ni siquiera Zheng hubiera aprobado eso.
Eso pareció divertir más a JiMin.
—Lo sé, estaba bromeando.
—Oh. —YoonGi suspiró. ¿Por qué siempre de alguna manera decía las cosas equivocadas en las conversaciones?
Él permitió que su mirada soñadora viajara más por la esbelta figura de JiMin. Incluso con su uniforme negro, se las arreglaba para conseguir toda su atención. Por la forma en la que la parte delantera de su pelo negro colgaba sobre sus ojos de color verde brillante a la sonrisa diabólica en sus llenos labios.
YoonGi estaba obsesionado con esa boca, se acordó de todos los dulces sonidos que podía hacer. Al igual que podía recordar el sabor dulce que se encontraba dentro.
Una pequeña mancha de sangre todavía marcaba la mejilla de JiMin y YoonGi se enorgullecía de que fuera su sangre la que estuviera allí. Era casi como si hubiera dejado una marca de propiedad. Una que dijera que JiMin finalmente le pertenecía a él y solo a él.
—¿Por qué me besaste allí? —exigió JiMin, su expresión no revelaba nada.
—Porque me has estado ignorando así que pensé que sería una buena manera de llamar tu atención. Y hubiera dejado la cabeza de una de mis víctimas en tu puerta, pero SeokJin dijo que no me permitía llevarme recuerdos a casa —explicó YoonGi simplemente.
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𝑲𝒊𝒍𝒍 𝒎𝒆, 𝒇𝒊𝒏𝒅 𝒎𝒆, 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒎𝒆
Fanfiction«Entiende esto, puedes utilizar a un Leopardo en una misión, puedes enviarlo a matar por ti. Infiernos, incluso puedes follar uno. Lo único que no puedes hacer, nunca, nunca, es confiar en uno. Los Leopardos son por naturaleza fríos, sin emociones y...