P a r t 1 8

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YoonGi era muy consciente de la multitud reunida alrededor de ellos y todas las expresiones de shock. Nada de eso importaba al mirar hacia JiMin.

Mientras que había tenido un montón de chicos de rodillas a sus pies antes, algunos chupándosela, otros para rogar por su vida, ninguno de ellos estuvo a punto de presentar la imagen que actualmente tenía de JiMin. Desde el modo en que su pelo estaba pegado hacia un extremo por el jalón de YoonGi, a sus labios hinchados por el beso y la cruda codicia en sus oscurecidos ojos, JiMin era el ejemplo perfecto de sexo y sumisión.

Su polla, que ya estaba semi-dura ante la primera visión de JiMin, se hinchó por completo a la vida, la excitación se disparó a través de su cuerpo. No sabía que le había llevado a JiMin a montar un show muy público, pero YoonGi lo aprobaba.

Gruñendo bajo en su garganta, YoonGi se agachó y agarró a JiMin por la camisa, tirando de la Pantera a sus pies. Una sonrisa cruzó los labios de JiMin con satisfacción antes de que YoonGi capturara su boca en otro beso caliente. Estuvieron en ello por unos momentos antes de que YoonGi se apartara y tomara la mano de JiMin. No escatimando la mirada del resto del grupo, YoonGi condujo a JiMin a una habitación de suministros cercana.

Soltando la mano de JiMin, YoonGi cerró con llave la puerta detrás de ellos antes de volver al otro hombre. La habitación era pequeña y olía a limpio, pero apenas se registraba cuando JiMin cayó de rodillas otra vez.

—Necesito tu polla —declaró JiMin, las palabras en un gemido más cerca cuando levantó la mano y bajó la cremallera de YoonGi.

JiMin estaba tan excitado que las manos le temblaban tanto que YoonGi se inclinó para ayudarlo, incluso yendo tan lejos como para sacar su propia polla fuera. JiMin entreabrió los labios en oferta y YoonGi se aprovechó, alimentando con su polla la caliente y húmeda boca de la Pantera.

—Joder, sí. Eres tan condenadamente bueno en esto—susurró YoonGi cuando JiMin comenzó a chupársela.

La Pantera levantó la vista por el borde de su flequillo oscuro, el aspecto de sumisión total y absoluto todavía estallaba en sus ojos verdes. También tenía una pequeña chispa que le permitía saber a YoonGi que JiMin disfrutaba de su presa

Así que YoonGi se inclinó y pasó el pulgar a lo largo de uno de los pómulos arqueados de JiMin 

—Tú me agradas.

Aunque nunca dejó de chupar, JiMin hizo un ruido complaciente en torno a la polla de YoonGi. Los sonidos enviaron vibraciones que se dispararon por su eje, arrancando un gemido de su garganta. Mientras que podría haber estado allí todo el día y dejar que JiMin adorara a su polla, YoonGi sabía que sólo tenía unos momentos antes de que fueran interrumpidos. Sacó un pequeño paquete de lubricante del bolsillo de su pantalón antes de ordenarle

— Bájate los pantalones para que pueda ver tu dulce culo.

JiMin liberó la polla de YoonGi y se puso más en sus rodillas, torpemente se sacudió los pantalones abiertos y los bajó. Sólo los bajó hasta la mitad del muslo, pero fue suficiente para lo que YoonGi había planeado. YoonGi entregó el lubricante a JiMin antes de dar su siguiente orden 

—Chúpame de nuevo, pero prepara tu culo para mí al mismo tiempo.

—Jódeme —JiMin respiró, su aliento vivificante cuando tomó el paquete.

—Eso es exactamente lo que he pensado —YoonGi se burló.

JiMin tomó el paquete y lo abrió con los dientes.

—Eso es, bebé, consigue estar bien lubricado y estirado —cantó YoonGi mientras observaba a JiMin exprimir el líquido espeso sobre sus dedos—. Ahora méteme de nuevo en tu boca.

JiMin obedecido, su boca se abrió con avidez para chupar la polla de YoonGi. Al mismo tiempo, JiMin llevó una de sus manos hacia atrás y comenzó a jugar con su propio agujero. YoonGi se sintió desgarrado entre las dos imágenes que eran igual de eróticas. En primer lugar, la forma en que los labios de JiMin estaban tan perfectamente extendidos alrededor de su polla, y la otra los dedos de JiMin bombeando dentro y fuera de su culo.

—Así es, consigue estirarte para mi polla —se quejó YoonGi cuando agarró con el puño el grueso pelo oscuro de JiMin.

YoonGi le dio un fuerte gemido que sin duda llegó a través de la puerta cuando comenzó a darle golpes superficiales en la dulce boca de JiMin. Su polla le dolía por sumergirse completamente en el calor húmedo, pero YoonGi sabía que si hacía eso terminaría antes de que pudiera estar en el culo de JiMin y eso no lo haría. YoonGi lo quería todo y no iba a estar satisfecho con menos.

Cuando el empuje a medias se convirtió en demasiado, YoonGi sacó su polla. JiMin dejó escapar un suspiro de decepción que hizo sonreír a YoonGi. Amaba que su Pantera no tuviera problemas con dejar que sus necesidades se conocieran.

—Ponte de pie y de cara a la pared —ordenó YoonGi, escupiendo en la palma de su mano y lubricando su polla.

JiMin se puso de pie, sus movimientos torpes, porque sus pantalones estaban alrededor de sus muslos. Se las arregló bien y pronto se enfrentó a la lisa y blanca pared de la bodega, el culo levantado en invitación. YoonGi no pudo resistirse y pasó una mano por los perfectos globos sin problemas. JiMin miró sobre su hombro, sus ojos suplicando a YoonGi.

—No, quiero que me lo digas —dijo YoonGi mientras le daba al culo de JiMin un firme golpe. Calor al instante floreció sobre la carne tierna, una coloración agradable tiñó de rojo la piel pálida.

—¿Qué diga qué? —preguntó JiMin, una sonrisa traviesa se dibujaba en su cara.

Cuando YoonGi le dio dos azotes más duros en respuesta, JiMin echó atrás la cabeza con un silbido de placer.

—No me hagas preguntarte de nuevo —advirtió YoonGi, su mano bajaba para el tercer golpe.

Esta vez, JiMin empujó el culo de nuevo para encontrarse con el golpe a mitad de camino. Su polla sobresalía por delante de él, dejando un rastro húmedo de líquido pre-seminal en la pared. YoonGi llegó a su alrededor y la agarró en un puño. Así, cuando sintió a JiMin llegar al borde, YoonGi bruscamente apartó la mano.

—Maldito seas —JiMin casi gruñó, pero YoonGi podía ver la expresión de la pasión que seguía ardiendo en los ojos de la Pantera.

Dando al culo de JiMin otra bofetada, YoonGi ordenó

—Dilo.

JiMin dio un pequeño sonido de excitación antes de mendigar.

 —Jódeme. Por favor, YoonGi, jódeme, duro.

—Bien, Panterita —elogió YoonGi.

Puso una mano en el centro de la espalda de JiMin mientras usaba la otra para agarrar su propia polla. Alineándola con el culo extendido de JiMin, YoonGi lo penetró con un duro empuje.

Ambos gritaron con pasión, tal vez alertando a todos al otro lado de la puerta de lo que estaba pasando en la habitación. Como si ellos no pudieran imaginarlo después del acto de sumisión que había montado ante toda la coalición JiMin.

—Te das cuenta de que después de ese truco que hiciste, todo el mundo va a saber a ciencia cierta que tú me perteneces —dijo YoonGi al empezar a joder a JiMin con duras y castigadoras estocadas.

—Quiero que lo sepan —jadeó JiMin, sus palabras marcadas por la polla de YoonGi sumergiéndose dentro y fuera de él.

—¿Por qué?

—Porque yo te amo —gritó JiMin casi al mismo tiempo que se corría, su esperma pintando la pared frente a él.

«Yo te amo». 

Rosie 

chan chan chaaaannn , ¿que pasara en el siguiente capitulo?  jsjsj 

𝑲𝒊𝒍𝒍 𝒎𝒆, 𝒇𝒊𝒏𝒅 𝒎𝒆, 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒎𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora