P a r t 1 7

444 81 3
                                    



—¿Por qué todos de repente tienen tanto interés en mi vida? —explotó JiMin.

—Desde que empezaste a jugar muy en serio un jodido juego mortal.

—Deja a YoonGi fuera de esto —gruñó JiMin, las garras salieron de la punta de sus dedos y rasguñaron la silla.

—Ese es el asunto, no puedo.

—No entiendo por qué toda la jodida coalición tiene que involucrarse en esto. Primero tengo que escuchar que NamJoon me diga que deje solo a YoonGi para que no termine perjudicándolo y luego tengo que escuchar a TaeMin decirme que YoonGi es un monstruo malvado. ¿Por qué todo el mundo no nos deja en paz?

—Porque si no lo ves, puedes hacer que te maten — gruñó XiuMin, con los ojos brillantes peligrosamente.

—YoonGi nunca me haría daño —gritó JiMin de regreso.

—Es un Leopardo, y está en su naturaleza. Si te mantienes jugando con él, con el tiempo te vas a quemar.

—No es así.

—Entiende esto, puedes utilizar a un Leopardo en una misión, puedes enviarlo a matar por ti. Infiernos, incluso puedes follarte a uno. Lo único que no puedes, nunca, nunca hacer es confiar en uno. Los Leopardos son por naturaleza fríos, sin emociones y psicóticos. Ellos se hicieron con un propósito y es para destruir a los demás. Así que hagas lo que hagas, no le des la espalda a uno y menos te enamores de uno de esos mierdas y locos chalados. —En el momento en XiuMin llegó al final de ese discurso, todo el veneno había dejado su voz. Extendió la mano y agarró suavemente el hombro de JiMin—. Fui el que hizo toda la investigación sobre los cambiaformas perdidos por lo que lo sé todo acerca de tu infancia y de que te han tratado como una mierda.

—¿Y? —gruñó JiMin, su estómago revuelto con tantas emociones que ni siquiera podía comenzar a ordenarlas.

—Después de todo esto, nadie podría culparte por buscar restos de afecto. ¿Por qué crees que has jodido a tantos? Era porque estabas desesperado porque alguien se preocupase por ti y ahora has transferido a YoonGi esa necesidad.

JiMin se apartó del agarre de XiuMin. 

—Si yo necesitara a un psiquiatra, con gusto iría a uno. No habría buscado a la única persona en la coalición que está más jodida que yo

Sin esperar a XiuMin para que le respondiera, JiMin se puso de pie y salió de la habitación. Su intención era encontrar a TaeMin para que pudiera terminar de patearle el culo. En su lugar, se encontró con YoonGi justo cuando entraba en el edificio.

YoonGi llevaba su capa oscura y se movía a través de la construcción con una gracia fluida que se veía hermosa y mortal al mismo tiempo. A pesar de que tenía la capucha puesta, JiMin todavía podía ver cada curva deliciosa del perfil del hombre, desde la forma de sus espesas pestañas a la forma de sus suaves labios. Sus espadas cortas estaban atadas a los costados y JiMin se estremeció al recordar el daño que las armas eran capaces de hacer cuando eran manejadas por las manos de YoonGi.

Entonces JiMin permitió que su mirada fuera a la deriva sobre los cambiaformas en las cercanías y sus entrañas hirvieron con una nueva dosis de rabia. Todas las miradas de asco, odio y miedo estaban niveladas en YoonGi y JiMin las sintió como una hoja en el pecho.

¿Cómo se atreven a tratarlo de esa manera? ¿No se dan cuenta del peligro en que YoonGi se ponía día a día, sólo para cumplir las órdenes de SonMin y así proteger al resto de la coalición? En todo caso, deberían hacer una reverencia a los pies de YoonGi, dándole las gracias, no actuando como si fuera el mismo diablo.

𝑲𝒊𝒍𝒍 𝒎𝒆, 𝒇𝒊𝒏𝒅 𝒎𝒆, 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒎𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora