CAPÍTULO 2- Esto no es una broma

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𝓙𝓪𝓬𝓴

Abro un ojo y me pega la fuerte luz del sol, enseguida lo vuelvo a cerrar de golpe, gruño, odio trabajar, pero adoro el dinero.

Froto mis ojos, donde poco a poco voy adaptándome a la luz, cuando los abro intento recordar los gloriosos momentos que pase ayer. Volteo a mi izquierda, se encuentra una bella señorita, me acurruco con ella, le doy besos, y empieza a despertarse.

-Hola excelencia-. Sonríe, es muy hermosa, pero sé que esto es efímero, me levanto de golpe de la cama y rasco mi cabeza.

Ella me mira confundida del porque me separé, y esta es la parte que odio de mis amoríos de una noche, le doy mi mejor sonrisa para empezar a hablar como el maldito mujeriego que soy –No quiero ser grosero, pero necesito que te vayas, mis padres vienen hoy y bueno tengo que presentar mi casa de soltero como es debido. No quiero ser grosero, querida mía. -

Me acerco lentamente hacia ella porque la veo muy indignada, su expresión cambio de placer a enojo. Me llevo delicadamente su pie a mi hombro, le doy besos cortos hasta llegar a sus delgados muslos. Ella me mira con deseo, tiene los labios mordidos, y yo le dedico una mirada compasiva –Por favor, querida mía. -

Ella se ríe, se acerca a mí y me da un beso para tumbarme a la cama- Esta bien, me iré, pero quiero jugar un rato contigo-.

Yo suspiro extasiado- Estoy encantado de que juegues conmigo-.

Luego de hacer el amor y de que dicha Dama la cual no recuerdo el nombre se fuera de mi hogar de soltero, me baño y visto para la ocasión. Al salir de la habitación mi nana o mejor dicho la mujer que me crio desde que era un niño ya me tiene el desayuno en el comedor. 

Rose es una madre para mí, rogué y hasta estuve dispuesto a llorar si eso ameritaba llevarme a Rose hasta acá, sin ella, no soy nadie. Cuando me acerco le doy un beso en la frente y me siento a ver y degustar que manjares me preparo, cada bocado es una delicia y con la boca llena digo- Rose, siempre te superas en cada comida-.

Ella me mira con molestia y dice-Por favor Jack, no hables con la poca llena-. aunque después de reprenderme me ve con dulzura y aloca mi cabello –Siempre prepararé lo mejor para mi niño-.Rose, es básicamente mi madre y desde que tengo uso de memoria, jamás me ha llamado por mi título de nobleza, eso me hace sentir mejor y más normal en este mundo aristocrático y vacío. 

Termino mi comida, me dirijo a mi oficina y comienzo a trabajar en propuestas para nuevas reformas políticas y sociales, pese a que no soy un Duque titular ya tengo voz, voto y obligaciones en las juntas y sufragios del país, por ende, ya tengo que considerarme como un Duque y asumir mi legado e impresionar a papá y al abuelo. 

Escucho el carruaje de mis padres e inmediatamente me dirijo a la sala, respiro para que todo salga bien. Rose se acerca y me susurro al oído: -Pórtate bien, hijito, haz lo que te dicen-Rose sabe perfectamente que para las tareas de Duque son una persona fría y calculadora, pero para hablar con mis papás o el abuelo sale un Jack más irracional y desequilibrado. 

Perdido en mis pensamientos de cómo manejar esta situación, lo único que me devuelve al tiempo real es cuando Rose abre la puerta y sale mi Mamá para abrir sus brazos:

-¿Dónde esta mi futuro Duque? –Mi mamá es una mujer un poco irritante cuando se lo propone, es estatura promedio, esbelta, rubia, con ojos color esmeralda, tiene una fascinación por los vestidos, joyas y perfumes. Una mujer muy bella y refinada en nuestro circulo. Lo único que saque de ella fueron los ojos verdes.

Me acerco a ella, la abrazo fuerte, aspiro su perfume costoso y me empiezo a toser por la cantidad excesiva que se aplicó- Mamá por favor, vas a dejar tosiendo a toda Inglaterra con ese aroma-.

Jack y EloiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora