CAPÍTULO 12-Me lo debes, Reynols.

15 6 2
                                    

𝓔𝓵𝓸𝓲𝓼𝓮

Después de llegar a lo que ahora es mi nuevo cuarto, me recuesto en la inmensa cama, cierro los ojos, necesitaba paz. Los días pasados fueron una locura, mi vida dio un vuelco gigante. Me siento tan perdida, desolada y muy cansada de estar tomando tantas responsabilidades. Joder, necesito un puto respiro de tantas emociones encontradas. La palabra agobiada es poco comparada a lo que siento desde hace una semana.

Me sobo el hombro izquierdo, me duele un poco. Suspiro en rendición. Lo único bueno que he sacado de esto son vestidos hermosos, zapatos carísimos y un adelanto del dinero prometido de Jack. Sonrió al pensar en qué puede estar haciendo ese loco. Ha estado trabajando tanto que no ha salido de su estudio, le llegan cartas y recados todos los días, se está tomando en serio esto de querer ser un duque.

Últimamente hemos hecho como una especie de amistad si se puede llamar así. Sin embargo, cada vez que pienso en esos preciosos ojos verdes, en como su cabello negro es tan brillante, en su sonrisa tan atractiva, en como su voz es gruesa y tan sexy, algo en mí se despierta.

Cuando cumplí 18 años, mamá me confeso como se hacían los bebés y como mi cuerpo iba a reaccionar de manera rara cuando alguien me gustará. Deseo, pasión, amor. Pero Jack no me gusta, o sea si es guapo y ha sido una gran persona conmigo, pero, ¿yo de estar sintiendo esos sentimientos tan fuertes e íntimos?, lo dudo mucho.

-Muy cansada, ¿eh? -

La voz de Colin me toma por sorpresa, me enderezo. Él se sienta en la cama y su mirada se torna seria.

-Sí, estoy algo cansada-

-Eloise, recuerdas que hablamos el día que llegamos aquí, que ya no habría más mentiras- yo asiento leve- Pues, tu nos estas mintiendo. Y ya quiero que dejes de mentir, por lo menos a mí-

Colin, siempre ha sido inteligente, ve cada detalle de cualquier asunto así sea lo más mínimo. Así que intentar mentirle a él sería una tarea difícil. Bueno creo que eso es producto de un niño que vivió odiando a su Padre, como este maltrataba a su madre y cuando llego a crecer a darse golpes para defender a su mamá.

Recuerdo que un día por desgraciada no teníamos mucha comida para la cena, Archibald y yo nos sacrificamos para darle comida a mamá y a los gemelos. Colin noto que nos fuimos a dormir temprano. Toco mi puerta, y entro con un poco de comida que dejo en la mesa.

Al verlo me sorprendí, pero intenté ocultarlo. Su mirada era de reproche y molestia –Le puedes mentir a mamá y a Will. Pero a mí no, yo no soy un niño, Elo. Ten- Me ofreció lo que dejo de su comida, era la mitad de ella. Salió de mi habitación y me dejo con la palabra en la boca.

Estoy en una situación similar ahora. Lo miro y veo el reflejo de un chico que ha sufrido tanto como nosotros, él es tan joven, no tiene que preocuparse tanto a sus 17 años. Le tomo con gentileza el rostro, él se aparta un poco porque no esperaba mi reacción, pero poco a poco cede acunando su rostro en mi palma.

-Tu eres tan inteligente sabes. Me molesta que seas más inteligente que yo- él sonríe ante ese comentario y su mirada se suaviza –Sí te estoy mintiendo, a todos. -

- Solo Will, Mamá y los Tíos se tragan ese cuento de que tu jefe te regalo 25 vestidos porque es bueno y generoso-

Me río y suspiro en frustración –Soy malísima mintiendo. Igual no te puedo contar lo que está pasando, malo no es, pero con el dinero que estoy haciendo trabajando para él, creo que tal vez recuperemos la casa si negociamos con esos jugadores -

Él a escuchar eso se le ilumino el rostro y me regalo una sonrisa genuina, en un movimiento rápido me abraza – Gracias todo lo que hacemos por nosotros, Elo-

Jack y EloiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora