CAPÍTULO 7- Bienvenida en tu primer día

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𝓔𝓵𝓸𝓲𝓼𝓮

Cuando era niña una vez vi a un chico muy lindo en los campos de cebada, tenía las mejillas rosadas y ojos cafés, a simple vista atraía. Era un niño muy apuesto. Pasaron los años y tal vez vi a uno que otro muchacho agradable y agraciado. 

Pero nunca en mis años de vida he visto a un hombre tan apuesto y caballeroso como Jack Reynols. Es el tipo de belleza que ves en los cuadros o esculturas, sus ojos verdes te enganchaban cada vez que cometías el error de mirarlo de frente. Era una mirada tan penetrante que dejaría muda a cualquier mujer. Sin embargo y por desgracia no solo tiene los ojos más hermosos que he visto, el muy miserable y afortunado tenía una sonrisa y modales encantadores.

Y para colmo creo que ha sido el primer hombre osado que me ha visto hermosa y me lo ha dicho sin dudar. Ahora está besando mi mano y sonriendo como un ángel, yo solo me quedo como una idiota viéndolo como vuelve a subir al carrueje y desaparecer en la bulliciosa calle.

-Hey- escucho la voz demandante de Colin, pero por supuesto que no le prestó atención porque estoy perdida en el trance del caballero que acaba de besar mi mano- Eloise...quisieras decirme, ¿Quién es ese hombre?, ¿y por qué dijo que fueras mañana a su casa?, ¿Eloise?, mierda, reacciona- me toma por los hombros y me zarandea.

Yo salgo de mi hipnosis y volteo a verlo molesta- ¿Qué quieres?, ay por dios, solo pasa y ya te cuento- lo jalo y lo meto a la casa.

Escucho pasos corriendo y veo que es la tía Adele con Will que salen de la sala y me abrazan.

-Elo, dios mío, que bueno verte a salvo, oh por dios...que te paso en la frente, cariño- Tía Adele se da cuenta de mi gran parche en la frente.

-Me golpeo un caballo-intento sonar despreocupada, pero en realidad estoy haciendo el efecto contrario- Tranquilos, me pusieron un parche y ya se ve mejor, no es para tanto Tía-

-Voy por una taza de té, tienes que ver a tu madre en su habitación, esta pálida por todo- suspira profundamente y se va.

Miro a Will y puedo ver en sus ojos que no ha parado de llorar un segundo, inmediatamente se me humedece la vista, volteo mi vista a Colin percibo preocupación y como sus ojeras están más oscuras de la habitual, siento tanta culpa, decepción y derrota que dejo fluir mis palabras – Lo siento tanto chicos, por preocuparlos por ponerlos en esto...yo no pensé con claridad, yo tenía que buscarlo, tenía que traerlo de vuelta. A fin de cuentas, es nuestro hermano y ha sido como un Padre. No quería perder a otro de nosotros, no más. No quería seguir perdiendo-

Siento que Colin me abraza, y me sorprende su reacción, él no demuestra mucho su afecto– Tranquila Elo, nos alegra que estés a salvo-

Will comienza a llorar y abrazarme igual – Elo, por favor, no vuelvas hacer eso, tuvimos mucho miedo. No, no dejes nunca-

Soy más mocos y lagrimas que persona – Lo prometo, lo siento tanto-

-Elo, ¿tú crees que él viva?, es mi culpa, no tuve que dejarlo ir, él dijo que era por la familia, yo...-

-Shhh, está bien no estoy molesta contigo, y sí Archibald vive después de la guerra, yo misma lo voy a matar con mis propias manos- los tres no podemos evitar reírnos, pero en el ambiente se siente el miedo de que Archi tal vez no podría quedar vivo.

Les indico a los chicos que se queden abajo porque necesito hablar con mamá, al subir las escaleras busco su habitación, hasta que la consigo, ella estaba acostada en una cama inmensa se veía cansada y abatida, creo que para una madre no es fácil enterarse que tu hijo va a la guerra y que en la madrugada tu hija se escaba en medio de la ciudad. Me da una punzada en el corazón ver a mamá en ese estado y corro a su lado.

Jack y EloiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora