Jack y Eloise

CAPÍTULO 5- Eres mi hermana favorita

𝓔𝓵𝓸𝓲𝓼𝓮

Llorar es drenar, llorar es sanar. 

Y yo necesito llorar para drenar todas las cosas que están ocurriendo en mi vida. Eventos que no puedo controlar por más que pudiera...

Esto se siente tan liberador, pero a la vez me duele el pecho y el corazón por aflojar todo lo que he estado guardando. Lo único que era mío, me lo quitaron. A veces la vida es una maldita perra que nos quiere ver hundidos, y yo no le daré el gusto. Me seco las lágrimas y respiro hondo para calmarme.

Siento una mano en mi hombro, yo me giro en su dirección. Era Adele, no la escuche, es muy sigilosa. Ella me sonríe, se ve que es una mujer muy gentil, de cerca puedo notar sus arrugas mínimas- Tranquila puedes llorar todo lo que quieras. Agnes me comento que eres la segunda mayor, no debe ser fácil llevar una casa y traer comida a la mesa a tan corta edad-

Nos quedamos en silencio un rato –Oh, bueno mil disculpas por pasarme así sin tu permiso, ¿quería saber si te gustaba tu habitación y si te sentías cómoda?

-Es hermosa, gracias- logro decir con un nudo en la garganta.

-Ven, no tengo mucha ropa para ti pero quiero que te sientas como en casa- Adele tomo mi mano y me guio a un guardarropa de color rosa, con 3 o 5 vestidos cuando mucho, parecen de princesa, jamás he usado algo así, son muy hermosos. Ella toma uno y me guía a un pasillo, abre las puertas de una puerta al lado izquierdo y es un baño, pero que tremendo baño, tenía un balcón, una bañera blanca y paredes rosa pálidos con detalles plateados.

Este proceso del aseo me incomodo. Adele y otras chicas del servicio me ayudaron, no quería ser una maleducada o una desagradecida, pero se sentía incomodo tanta gente bañándome. Incluso después de que ellas me bañaran, me arreglaron, peinaron.

Cuando ellas terminaron salieron de la habitación solo las chicas de servicio y Adele se quedó conmigo. Adele me menciono que nunca pudo tener hijos, pese a eso su esposo y ella son un matrimonio feliz, que aparte de ella y mamá, tengo otra tía llamada Amber dice que es lo peor de lo peor en la familia y que tenía un tío llamado Archibald el cual murió en la guerra.

Mis abuelos se llaman Alfred y Eloise, él abuelo fue el que desheredo a mamá, indico que siempre ha sido un hombre muy estricto y amargado. Me di cuenta que Adele es muy habladora, es sonriente y muy gentil, es casi imposible no tomarle cariño desde un principio. También me conto que sin Archibald ni Mamá se sentía sola. Yo solo sonrió a todo lo que dice es contagiosa la vibra que emite. Dijo que su esposo es amigo de la infancia, que siempre estuvo enamorada de él y él de ella, que es un hombre muy gracioso y amable, que no me dejase llevar por su apariencia ruda y fría.

-Cuéntame como era él esposo de tu mamá, tu Padre- note un tono alto de curiosidad.

-Un imbécil- Adele abre los ojos como platos al escuchar mi respuesta. Maldita sea, tengo que medir mis palabras, me muerdo la lengua y siento como mis mejillas se tornan calientes.

Adele se empieza a reír con fuerza, es una risa escandalosa – Ay mi niña, eres todo un personaje. –

Seguimos caminando hasta llegar a la sala de estar, mis ojos se desorbitaron al ver esa mesa tan grande repleta de comida de punta a punta. En la granja nunca nos faltó alimento pese que teníamos días difíciles, pero esto pasa mi imaginación. 

Escucho voces de asombro, volteo, y están mis tres hermanos con los ojos como platos. Adele se da cuenta y empieza a balbucear –Espero que sea suficiente y le guste mucho chicos, por favor siéntense no sientan pena. -

Hacemos caso omiso, esperamos a mamá y cuando llego todos la elogiamos, se veía hermosa, se le notaba que venía de una familia con título. Comenzamos a comer, todos estábamos en silencio, supongo que procesando lo que ha ocurrido el día de hoy, Yo me estaba sirviendo un platillo que en realidad no sé qué era, pero estaba buenísimo y cierro los ojos por el placer del sabor.