- ¿Quieres que te muestre el resto de la casa?, que yo recuerde nunca te di un recorrido , para que pudieras conocerla.- se puso de pie , y me extendió la mano para ayudarme a levantarme.
Tenia razón, nunca me mostró su casa, pues a su madre no le gustaba tener tantos niños recorriendo por ella, era un tanto especial, y a pesar de ser mujer era un tanto machista a veces, no le gustaba tener niñas, le gustaban mas los varones, anteriormente se había creado un rumor, que ella había abortado a su bebé, porque sintió que seria una niña, lo cual fue solo un rumor. Nunca se supo si realmente fue verdad o no.
-De acuerdo- tome su mano y me levante.
Su casa era muy bonita, tenia un estilo elegante y moderno, además se sentía muy acogedor, y la mayoría de los dormitorios olían a rosas, subimos a la segunda planta de la casa, observaba con detalle cada minúscula parte de ella, habían muchos recuadros con fotos de Fabian cuando era niño, así como de su madre y su hermano Wiley, tenia muchos reconocimientos, medallas y trofeos, pues Fabian siempre se destaco por ser alguien inteligente, y dedicado al estudio, la mayor parte de su tiempo se la pasaba en la biblioteca, por eso Katia le decía rata.
De pronto entramos a un cuarto , el cual se encontraba demasiado oscuro, así que él prendió la luz, era un cuarto enorme , pero casi vacío, en el solo se encontraban un pequeño sofá todo empolvado y un piano.
-¿Tienes un piano de cola? - pregunté, mientras tocaba el piano.
La textura era increíble, me encantaba la sensación que causaba la madera con el toque de mis yemas.
Estaba muy empolvado y probablemente estaba abandonado.
Con lo que te gustan las cosas abandonadas.
Toque cada parte de aquel piano, me gustaba sentir la textura de las cosas, y disimuladamente aspiraba su olor, era una fea maña que tenia con las cosas viejas.
-Si - contesto- mi madre daba clases de piano antes.
- Puedo - dije mientras señalaba el piano.
- Adelante, todo tuyo.
Me senté en el banquillo, y observe de nuevo cada parte del piano, mientras Fabian arrastro el pequeño sofá, y se sentó en el , quedando frente a mi.
-¿ Sabes ejecutar alguna melodía? - pregunto , asentí.
Comencé a tocar una canción, una de mis favoritas.
Fabian
Emilia comenzó a entonar la melodía, no se me hacia conocida , pero con tan solo verla me conformaba, la miraba y sentía como mi corazón latía fuertemente. Aveces creía que podía morir de un ataque de taquicardia, pues mi corazón siempre se encontraba al borde del colapso con ella.
Me gustaba, y mucho, pero no se si ella sienta lo mismo, aunque tampoco me ha dicho que no.
Me sentía mal, por saber como el padre la golpeaba, pero no quería indagar mas pues no quería hacerla sentir incomoda. No solía ser una persona con mucho valor, era más tímido que cualquier otra persona.
Seguía viéndola, sus dedos eran delgados y algo largos, se le marcaban algunos huesos en ellos, los movía con gran habilidad, tanto que parecía fácil tocar una melodía, algunos mechones de cabello le caían sobre el rostro, podía escuchar hasta el sonido de su respiración, apretaba sus labios con algo de fuerza, y siempre mantuvo la vista en el teclado, estaba sumergido, y encantado de verla ahí.
No sabia con exactitud que pasaba por su cabeza, esperaba ser yo, aunque sea un segundo.
Cuando pensé que había terminado, iba a aplaudir pero ella continuo, y comenzó a cantar.
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Sobreviviente
Teen FictionPrometo que no pasare por alto nada. Se que de ahora en adelante solo podre verte en mis sueños........ Así que , si solo de esa forma podre estar contigo, prefiero dormir lo que dure la eternidad. ~Fabian.