capítulo 25

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- Entonces comenzaremos, escribiremos nuestra primera canción juntos, como grupo. - anuncio Rogel. Quien caminaba de un lado a otro, dando explicaciones a todo el grupo.

Nos encontrábamos en el estudio de grabación, formando ideas acerca de la presentación que tendríamos en unas semanas, aunque realmente yo no había aportado ni la más minúscula de las palabras. Solo estaba sentada en medio de todos, escuchando cada opinión y propuesta. Cobra se limitaba a darme pequeñas sonrisas amables, en forma cordial, quizá para hacerme sentir más cómoda, pero de alguna forma extraña seguía sintiéndome algo rara al estar entre ellos.

- Toma, es un regalo para ti. - comentó sonriente - la hemos comprado entre todos..

Rogel me extendió una guitarra, era muy linda, en color rojo pero con las cuerdas y los detalles en negro. Las sostuvo frente a mi, mientras yo parpadeaba unas cuantas veces.

- Es una Gibson.- articule anonadamente. - Esto, es increíble, no puedo creérmelo. ¡Gracias!

Extendí mis brazos y le brinde un gran abrazo, mientras les sonreía al resto. Me emocionaba mucho recibir muestras de cariño, por muy pequeña que fuera, así como una carta, tendría un gran valor para mi.

Detalle muy minuciosamente cada parte , sentía las cuencas de mis ojos abrirse en sobre manera, sentir la fina textura de cada curva que se formaba del instrumento me causaba sensaciones increíbles .
Hice sonar una nota, y todos soltamos una pequeña risilla, me parecía a un chiquillo al cual le daban un juguete nuevo.

Volví a mi posición anterior, mientras seguía pensando en los versos adecuados, que combinarán con la canción que apenas llevábamos por , nada.

Nunca antes había escrito una canción, no de forma completa, solía tener poca paciencia para hacerlo, pues no sabia si estaba bien, y terminaba arrojando las hojas a la hoguera. Pero estaba tratando de hacer un esfuerzo para no arrojar la única palabra que había escrito, salvación.

- Emilia, ¿ ya has escrito algo? - indagó Simon, a quien no pude evitar entornarle los ojos, pues me había atrapado escribiendo, una que otra palabrilla.

- En la vereda de la soledad, donde mis pensamientos han naufragado, hoy te encuentro frente a mi, con el corazón aún más roto que ayer. Sintiendo pena, por ti y por mi. Por callar todo aquello que no pude decirte, y que aún no me atrevo. Llevo un vacío en el corazón, que nadie a podido llenar. Quisiera que pudieras ser mi salvación, y ayudarme a salir del abismo.

Leí lo que había escrito, con total desgano, pues no estaba del todo convencida, no era algo espectacular , a duras penas y logre formar lo que parecía ser un verso, pero para mi eran palabras incoherentes haciendo el intento de formar una canción. Volví mi vista a los demás quienes me miraban como si fuese la estrella más brillante de la galaxia. Suspire agotada de tanto pensar y relaje los hombros esperando a que hablaran.

- ¡Pero si esta buenísima! .- exclamó cobra

Le hice una pequeña mueca negando su alago. Mientras unían las partes que ellos también habían escrito decidí salir por una botella de agua, pues últimamente estar acompañada me hacía sentir sofocada, y lo que menos quería era sentirme así.

Tomaba cada sorbo de una forma lenta, tratando de calmar un poco los pensamientos que a mi mente comenzaban a asomarse, era terrible lidiar con ellos, y no saber como eliminarlos , pero más terrible era creerme lo que pensaba.

<< No es cuestión de creer cariño, se trata de saber lo que eres.... Lo que somos. >>

Estaba comenzando a plantearme la idea de usar antidepresivos, quizá de esa forma podría mantener mi mente en blanco por un buen tiempo. Nunca los había tomado, pues nunca he ido a un psicólogo, y no estaba en mis planes hacerlo, me abrumaba el solo hecho de saber que tendría contar mi vida con un extraño.

SobrevivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora