Capitulo 5 .

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Trate de tranquilizar un poco mis ganas de continuar llorando, porque se que si no logro hacerlo , tendré un ataque de pánico, y no es algo que me guste que ocurra frente a las personas.

Seguía viendo al señor Frédéric, quien se ha quedado en silencio por unos minutos.
Veo que se levanta de la silla , por un momento pienso que se ira y me echara de su casa, pero no es así, aproxima sus pasos, y con mucha cautela me da un abrazo. Un abrazo con amor y cariño, como el de un padre, le devuelvo el gesto y me aferro a el, levanto un poco el rostro para verle, y noto como el también a comenzado a llorar.

- No tienes la culpa, créeme, eres como una hija para mi, y se que eres una chica de buen corazón, alguien que se preocupa por los demás , yo se que hay personas que te hacen creer que eres mala, o que eres la culpable de muchas cosas, pero escucha, no tienes la culpa de nada , de nada entiendes.- me dijo mientras acariciaba mi cabecilla.

El señor Frédéric era lo más conocido que tenia a un padre, el era muy comprensivo y de bajo temperamento, siempre tomaba las cosas con calma .

-No puedo sentirme de otra forma -conteste - me lo han repetido tanto, que mi cerebro se lo ha creído .

-Ese es el problema, solo crees lo malo que dicen de ti, pero no crees lo bueno, te preocupas por todos y pones a todos antes que a ti, y eso no esta bien.

<< Haz echado de menos a todos, pero te has echado de más a ti misma .>>

No pude articular mas palabras, solo asentí y trate de huir de ahí.

-Quieres contarme que fue lo que paso - me dijo mientras servía mas té en la pequeña tacita.

-De acuerdo - susurre .

No me apetecía contar nada, pero tampoco me apetecía guardarlo todo.

- Vamos afuera, deja que ese secreto se lo lleve el viento, y saca todo lo que sientes, que la luna sea testigo de todo dolor que lleves dentro.

A veces solía ponerse un poco filosófico, aunque eso no le saliera del todo bien, quizá en otro momento me hubiera reído de lo que dijo, pero no ahora.

Me regaló una sonrisa cálida.
Salimos al patio trasero, el cielo se encontraba iluminado por las estrellas, tenia u tenue color rojizo que se mezclaba con la fría y oscura noche, solté un suspiro , y me senté en una de las mecedoras que se encontraban ahí, el señor Frédéric se colocó frente a mi.

- Era un viernes por la tarde, papá había creado un tipo de manía, el salir un viernes por la tarde se había convertido como una clase tradición en casa, todos salían, a excepción mía. Siempre me quedaba en casa, ordenando, limpiando o estudiando, pues siempre hallaban la forma de ponerme un castigo, antes de que ese día llegara.

Pero esa tarde fue diferente a las demás, papá, por fin me dejo salir, eso a mis hermanos no les gusto mucho, así que le metieron llave a mi cuarto, estuve casi 10 minutos tratando de salir, hasta que vi la ventana abierta, salí y estaba a punto de marcharme e ir a la feria, pero entonces escuche los gritos de mamá, y volví a entrar a la casa.

Papá siempre le gritaba e insultaba, con palabras ofensivas, siempre veía como papá le lanzaba bofetadas, mis hermanos jamás se dieron cuenta, porque papá se aprovechaba de ella cuando no había nadie, al menos de ellos, porque yo la mayoría del tiempo la pasaba en casa. Tratando de hallar la aprobación de él.

Estaba a punto de cumplir los 13 , en ese tiempo mi padre ya solía golpearme.- cerré mis ojos, mientras apretaba los dientes-

Estaba concentrada escuchando cada palabra, que salía de la boca de mi padre, no podía ver nada, pues estaba escondida en un rincón de la sala , de pronto escuche un grito por parte de mi madre, me asomé para ver que era lo que pasaba, pues me había asustado demasiado, ella jamás gritaba, solo lloraba en silencio y vi como mi padre la golpeaba, era la primera vez que lo veía hacerlo claramente, y la última - solloze-

SobrevivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora