17 de mayo del 2020
Maranello, Italia
Charles LeclercComo buen amigo que soy me levante hace aproximadamente una hora y salí a hacer algunas compras para Zara supongo que así voy a lograr que empiece a comer y disminuya un poco el café. De camino al apartamento vi una torta y tuve que parar a comprar una porción, Zara daría sin dudar un riñón por algo dulce, siempre.
Al llegar el silencio predominaba en aquel oscuro apartamento, como era de esperarse Zara seguía durmiendo, así que decidí abrir todo y cambiar de aire mientras preparaba café.
Siento olor a jazmines, jazmines que aún no estarían en época ni tampoco presentes en aquel apartamento pero al darme vuelta confirmo mi tercer pensamiento el típico aroma de Zara, jazmines y esta vez mezclados con el aroma del café recién preparado. Sinfonía de aromas extraordinarios.
Allí estaba ella parada en el medio de la puerta de la cocina, con cara de dormida sonriendo y haciendo énfasis en sus movimientos oliendo el café.
Zara – Esto es lo que necesito todas las mañanas.
Charles – Entiendo que necesites mi presencia diaria, es algo que genero en las personas. – Le digo haciendo cara de campeón y riendo a la vez.
La veo poner los ojos en blanco y darme un leve golpe en el brazo.
Zara – No insinúes que sos más importante que el café Leclerc.
Charles – Vuelvo a perder con el café. – Me acerco a saludarla con un beso rápido en la mejilla, rápido porque su aroma a jazmines es más fuerte que yo.
Zara – Buenos días chico. – Me regala una sonrisa grande que combina a la perfección con su cara de dormida. - ¿En serio hiciste las compras Charles Leclerc? ¿Tanta lástima estoy dando?
Me río ante su comentario levantando los hombros y mis manos a la misma vez, le sirvo una taza grande de café asumiendo que ese era el tamaño que ella querría.
Zara – Gracias por ambas cosas. – Lo dice levantando su taza de café y tomando un sorbo.
Charles – Me tienes que agradecer por esto además. – Busco la porción de torta que había comprado y se la alcanzo, deberían ver aquellos ojos, brillaron. – Ahora no pierdo solo con el café, con la torta también. – Me cruzo de brazos esperando su respuesta.
La obtuve, ella se me acerco y dio un breve abrazo me miro directamente a los ojos
Zara – Eres el mejor Leclerc. – Obtuve la respuesta que quería y me estremecí un poco al escucharla, solo puse una sonrisa ganadora.
Me serví una taza de café y me senté junto a ella a compartir el desayuno, callado pero tranquilo, no necesitábamos hablar para sentirnos cómodos el uno con el otro.
Charles – Me imagino que estas un poquito más feliz ¿no? Una torta y la confirmación de que vas a ir al siguiente GP. – Hace pocos días la FIA había confirmado la vuelta del campeonato y donde sería la primera fecha. La noticia que veníamos ansiando desde que todo exploto.
Zara – Lo anhelo, pero no anhelo tanto todo el trabajo que vamos a tener. Será una locura los días previos. Primero tenemos que trabajar en un protocolo interno nuestro, luego seguir los de la FIA y además los de la OMS. – Cada palabra que decía la enumeraba con un dedo, y hacía expresiones como si fuese a enloquecer, me causaba muchísima risa.
Charles – Pero te gusta, ¿no?
Zara – Me estás hablando en serio. – Me mira seria y abre muchísimo los ojos – Amo esto y más sabiendo que implica ir a un GP.
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COMO SI EL DESTINO QUISIESE. Charles Leclerc
FanfictionZara Bianco lucha y corre atrás de ese sueño tan grande, mientras tanto vive su aventura ya que así le llama a su propia vida, una aventura. En ella se ha encontrado con amigos increíbles, alegrías inmensas, desafíos enormes, grandes distancias, mu...