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Desde que tenía 5 años, Xiao Zhan fue llevado a Corea por sus padres quienes habían conseguido un mejor trabajo en ese país y entre otras cosas,  podrían darle un futuro más prometedor a su pequeño.

Sin embargo, era díficil para el niño adaptarse por el idioma que le resultaba totalmente desconocido y aunque algunas profesoras trataban de comunicarse con el con lo poco y nada que sabían del idioma Chino... No ayudaba mucho y el pequeño casi siempre parecía perdido.

Los primeros días, Zhan llegaba aburrido de su preescolar.

- ¿Cómo estuvo la escuela? - Preguntó su madre tomando su mano para cruzar la calle.

El niño mostró en su rostro un resquicio de tristeza, sus mejillas y nariz se enrojecieron un poco.

- Ellos no entienden nada de lo que digo, Quiero la maestra Xiao Li . - Habló con voz mimada.

- No te preocupes. Mi pequeño. Te acostumbraras, solo debes esperar un poco.

El pequeño suspiro con frustración porque el siempre era un niño muy hablador y aunque había hecho amigos para jugar, escasamente lograba que le entendieran por lo que preferían primero hablar, jugar y amasar la plástilina con otros niños

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El pequeño suspiro con frustración porque el siempre era un niño muy hablador y aunque había hecho amigos para jugar, escasamente lograba que le entendieran por lo que preferían primero hablar, jugar y amasar la plástilina con otros niños. Nadie los podía culpar.

Fue entonces cuando una de las profesoras, se le ocurrió una idea revisando la ficha del historial de otro pequeño en la misma escuela que ya estaba en primero.

- ¿Crees que puedes ayudarnos? - El niño que tenía con los cachetes muy rosados, primero frunció el ceño. No le gustaba la idea de tener que tener un chicle pegado a el todo el tiempo... El quería pasar tiempo jugando a la pelota con sus amigos de la misma clase y no con un bebé y cuando no, se iba a arrancar flores para dárselas a una compañerita llamada Mian Mian. — No me gustan los bebés.

-  A-Zhan no es un bebé. Solo es un año menor que tu... Será solo mientras se adapta. Tu mamita piensa que es muy bueno que puedas ayudar a otros y tampoco quieres que olvides el chino. - El niño de cabello castaño hizo un puchero.

Ya se imaginaba que su mamá se pondría melosa en casa y apretaría sus cachetes para que lo hiciera, respiró profundamente y levantó sus hombros con una expresión en su cara de resignación aunque el mismo en ese momento no pudiera describir ese sentimiento.

Pensó entonces que le haría alguna broma al más pequeño para pasar el tiempo. Tal vez si hacía llorar al bebé podría deshacerse de él.

Cuando el había llegado nadie le había enseñado, el aprendió ligeramente. Pensó Yibo resoplando omitiendo que sus padres si eran bilingues.

Renegó mentalmente y entonces fue cuando la profesora con una sonrisa le presentó al niño de ojos almedrados y un par de dientes que sobresalían... Parecía un conejito y sintió lo que se imaginaba que sentía su madre cuando lo veía...

Cosas de Niños /YiZhan/MPreg/FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora