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Por varios minutos, el mayor siguió repartiendo besos en el cuello de Zhan el cual se había agitado y entre los jadeos, pronunciaba su nombre. - Boo!

- Yibo...

El mayor se separó solo un segundo apretando el cuerpo de Zhan contra el de el y bajó sus manos. Con su mirada perdida vio a Zhan, sus labios de cereza como le solía decir estaban húmedos e hinchados, así que se acercó otra vez e introdujo su lengua húmeda para encontrarse con el sabor que le resultó como una adicción.

Xiao Zhan también sintió además de la sensación caliente en su trasero que parecía contraerse una y otra vez, que había algo apretando y punzando sus nalgas, a la vez que su entrepierna se apretaba en su pantalón más y más...

- Boo! - Empujó.

Yibo tomó el rostro de Zhan entre sus manos sin querer dejarlo apartarse. - Zhan Zhan. - Gruñó y de forma involuntaria empujó su pelvis hacia arriba haciendo que el otro adolescente gimiera y se estremeciera abrazándose contra el sin saber que eran todas esas cosas que estaba sintiendo al mismo tiempo.

- Chicos! Traje algo de pizza. - Ninguno de los dos sabían que tan cerca estaba la madre de Yibo pero en un solo movimiento el pelinegro había saltado y se había quitado de encima del otro.

Los dos estaban agitados y tuvieron que contener la respiración cuando Yifei asomó su rostro por la puerta a la cual afortunadamente le daban la espalda.

- Chicos!

- Ya voy má!

Apenas pudo contestar sin delatarse.

Ninguno de los dos chicos se miró al dirigirse a la sala, tal vez avergonzados o también ansiosos por haberse de tenido en medio de algo.

La pizza estuvo deliciosa y a Yibo le encantaba pasar tiempo con Yifei también por lo que se olvidó del asunto con el pelinegro de forma temporal, y dejaron de evitarse ya que la imagen de lo que sea que habían hecho o estaban a punto de hacer estaba latente en sus mentes.

Después de un rato cuando empezaron a ver televisión antes de dormir, los padres habían decidido que en lo posible y en adelante durmieran en camas separadas.

- ZhanZhan- Murmuró el de cabello azul muy bajito.

-¿Qué?

-¿Estás enojado?

- ....- El pelinegro encontró divertido provocar a su amigo.

- Zhan Zhan!

- No... Tonto. No estoy enojado. Es que... Bo...

- ¿Qué?

- Me gustó... Me gustas. - Zhan se cubrió con la sábana a pesar de que la luz estaba apagada.

- A mi también... me gustas. - Dudo en decir.

- Mn. - No se sabía en ese momento cual de los dos estaba más nervioso por la confesión. Lo cierto es que recordar como se había sentido les causaba una extraña pero deliciosa sensación en sus cuerpos.

Zhan pensó que Yibo era esa persona especial que había mencionado su padre.

- Ahmm... Este... Es que... Tu y yo... Ahmmm

- ¿Por qué tartamudeas como un tonto? - El menor se burló mientras se giraba en su cama.

- Ahmmm... - Yibo abrió la boca y después la cerró como si su valentía se hubiera esfumado.

- Somos novios. Si eso es lo que quieres saber. - Se cubrió tímidamente Zhan su boca y se imaginó a Yibo con las puntas de sus orejas rojas y es que después de tantos años le conocía bien.

Cosas de Niños /YiZhan/MPreg/FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora