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-¿Ella... - Yibo miro a su bebé de forma detenida la primera vez, estudió cada detalle, cada gesto. Era difícil para el decir si tenía alguna característica suya o de Zhan.
Sus ojos se aguaron, cuando no pudo evitar comparar a su bebé con los que le estaban rodeando. Había uno que lloraba, otro tenia los ojos muy abiertos y se movía, otro producía sonidos... Y ellos, llevaban varios minutos ahí y GuXiang no se había movido, no hacía un gesto, no abría los ojos...
- ¿Ella... está viva?... - Le preguntó a la enfermera con voz temblorosa.
A la chica se le hizo un nudo en la garganta. - Sí, lo está. Aunque su estado de salud no es óptimo, puede lograrlo, pero creo que también es una niña muy tranquila... Así que también está bien si no se mueve tanto.
Yibo empezó a respirar de manera agitada y está vez fue Zhan quien le abrazo. Había ido ahí autorizado por el personal médico después de que insistiera tanto. - Boo! Mírame. - Tomó el rostro de Yibo cuyos ojos estaban enrojecidos. - Está bien! Estará bien. Cuidaremos de ella, ¿si?
El castaño asintió y accedió a abrazar a su novio, sintiéndose un poco mejor sin evitar que un par de lágrimas se le escaparan. Metió la mano a la incubadora y juró por todos los cielos que la pequeña GuXiang le había sostenido su dedo por un segundo. Xiao Zhan no estaba convencido y sin embargo cuando quiso intentar, se mareo un poco. Así que regresaron a la habitación.
Cuando Zhan estaba subiendo de nuevo a la camilla con ayuda de Yibo, que aprovecho la posición. A la vista de todos, el castaño se inclinó poniendo una rodilla en el piso y mostrando un anillo de plata en el cual se había gastado la mitad del dinero para su excursión.
- Boo! - Zhan se cubrió la boca con una mano y no pudo evitar dibujar una hermosa sonrisa. El si que sabía lo que significaba lo que Yibo estaba haciendo. Sería un mentiroso si dijera que no lo había soñado un par de veces, aunque en la mayoría era el quien le llevaba una serenata y le proponía a Yibo.
Zhan se miró a sí mismo. ¿En serio Yibo había escogido este día en el que lucía como un muerto y su aspecto no podía ser más desaliñado como el día especial?
Suspiró y estiró sus manos para alcanzar el rostro lloroso del castaño cuyo estomago estaba revuelto y quien solo tenía en mente que Guxiang naciera en una familia... No podía estar más seguro de lo que hacía y a Xiao Zhan se le iba a salir el corazón, los dos estaban tan inmersos que solo cuando, el último le iba a entregar un si acompañado de un beso apasionado, buscó los rostros de las personas más importantes de su vida y para su sorpresa, lo que encontró fueron cuatro rostros de desaprobación.
Al pelinegro se le heló la sangre.
-¿Qué sucede? - Les preguntó a sus padres que evidentemente parecían juzgarlo.
