Hace mucho tiempo cuando la tierra era gobernada por dioses, existía aquel conocido como el dios del amor, quien por desobedecer a su madre al enamorarse de un humano recibió un castigo.
-¡El día en el que logres que un millón de personas se amen de verdad, será el día en el que te puedas reunir con tu amado! – Fueron las palabras dichas por su madre antes de separarlos.
Eros era el nombre de aquel dios, quien no soportaba no poder ver a su amado, con la ayuda del mensajero de los dioses Hermes bajaba a la tierra para poder pasar la noche con Yoshio quien era su amado.
Eros entró por la ventana y ahí estaba Yoshio frente al refrigerador del cual había tomado una bebida, Eros lo abrazo por la espalda y con cada toque los recuerdos borrados la noche anterior regresaban a Yoshio.
-Tardaste demasiado – le dijo, mientras se estremecía entre sus brazos.
Tenía trabajo que hacer, los humanos no se enamoran solos – mientras decía estas palabras besaba su cuello y subía cada vez más hasta llegar al a su oído donde comenzó a morder suavemente.-Ah… - Yoshio soltó un gemido.
La divinidad le dio vuelta y lo levantó, Yoshio rodeo su cintura con sus piernas para poder acercarlo aún más, comenzaron a besarse tan apasionadamente que apenas tenían tiempo para respirar.-Ah… ¡Ugh! – fueron los sonidos que salieron de la boca de Yoshio, el primero al haber sido estampado contra el refrigerador y el segundo por el éxtasis de aquel beso, poco a poco una erección iba creciendo en ambos.
-Ya no aguando más – dijo Eros sin apartar los labios – Tengo que usar el tiempo sabiamente – agregó mientras lo llevaba a la cama.
-¡Date prisa! – exclamó Yoshio, mientras era desvestido por Eros, una vez desnudos Yoshio tomo los dedos de la mano derecha de Eros los metió en su boca y dijo – Todos los días mi mente te olvida, pero mi cuerpo no – el dios no dejaba de admirar a Yoshio, su piel es tan pálida como la porcelana, sus rasgos albinos eran hermosos y tenía unos ojos rojos que a Eros lo volvían loco.
-Yoshio, te amo – dijo el dios mientras lo penetraba, sus cuerpos se volvieron uno.
-Uh. Ugh. Uh… - gemidos por parte de ambos, sus cuerpos se rosaban entre sí, se sentían las vibraciones de sus cuerpos y el sonido resonaba en la habitación debido al golpe de la carne.
-Ah… No me dejes Eros – dijo Yoshio con la respiración entre cortada, su cuerpo comenzaba a ponerse rojo.
Jamás lo hare… siempre te estoy observando – respondió Eros, al mismo tiempo que lo tomaba fuertemente por la cintura para entrar más profundo en él, pareciera que sus cuerpos fuesen más sensibles de lo normal.-Ah.. ugh… ah - gemían al unísono, el placer los invadía a ambos, sus mentes se tornaban confusas.
-No puedo esperar para estar toda la vida contigo Yoshio – dijo Eros mientras salía y entraba una y otra vez, Yoshio se volvía loco con cada penetración, el dolor se volvía placentero. Eros levantó a Yoshio y comenzó a besar su cuerpo – lo llenare de mí – pensaba Eros mientras besaba los jadeantes labios de Yoshio… y así la mañana llegó.
El dios que miraba a Yoshio dormir se acercó y le dio un beso en la frente para borrar sus recuerdos una vez más, así Yoshio no sufriría, no tenía que haber una despedida solamente tendría la sensación de que algo le falta y hasta el día en que pudieran estar juntos sus memorias regresarían, todo parecería un sueño.
Eros una vez más regreso a los cielos, donde esperaba pacientemente a que llegara la noche para así poder bajar nuevamente y ver al hombre que amaba.Yoshio al despertar tocó el otro lado de la cama, parecía que aún estaba tibia, sentía nostalgia y una opresión en el pecho como todas las mañanas. Se puso de pie y se dirigió al baño donde al mirarse al espejo notó una marca en su cuello.
-¿Qué es esto?... ¿Es la marca de un beso?Nuestro dios siempre se encargaba de dejar pequeñas pistas para no borrar su existencia completamente, la marca en el cuerpo de Yoshio, una prenda, comida, entre otras cosas. Yoshio no sabía cómo esas cosas llegaban ahí, pero estaba seguro de que alguien que lo ama, cuida siempre de él.
Cada vez falta menos para su reencuentro.
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El sueño de Eros
RomanceUn dios que rompe las reglas del Olimpo para estar con el hombre que ama, trayendo consigo un castigo que condena a ambos al sufrimiento, el recuerdo y la añoranza. "Hace mucho tiempo cuando la tierra era gobernada por dioses, existía aquel conocido...