CAPÍTULO 13

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El primer año sin ti fue el peor de todos, trabajé tanto para evitar pensarte que ha cada nueva alma que unía me recordaba que la mía estaba incompleta.

Sabía que volvería a verte, pero no sabía cuándo, pasaron cinco años, luego diez, luego cincuenta, dejé de contar después de ahí ¿Cuándo regresaras a mí?, he viajado por todo el mundo cumpliendo con el castigo de mi madre para que cuando vuelvas podamos estar juntos.

El mundo ha cambiado tanto a lo largo de los años, el lugar en el que vivías ya no es ese sitio alejado de todo, rodeado de bosque con un hermoso rio al fondo, ahora es una ciudad importante, llena de edificios, te encantaría si estuvieras aquí.

Eros se encontraba sentado en una cafetería bebiendo un café, en sus pensamientos hablaba con Yoshio como si pudiera escucharlo, como si él estuviera ahí.

Mientras el Dios se levantaba para irse recibió una llamada.

- ¿Dónde estás? Hace mucho que te estamos esperando - era Hermes al otro lado de la línea.
- Voy en camino, me detuve a tomar un café - Eros comenzó a caminar por la calle.
- ¡Apúrate! el desfile ya va a comenzar - Hermes sonaba impaciente.
- Estoy cerca, no puedo creer que esta clase de entretenimientos mundanos te gusten tanto - dijo riendo.
- No me juzgues, esto no existía hace cien años ¡ahora apúrate! Hasta Apolo ya llegó.
- ¿En serio? - en ese momento Eros chocó con una persona.
- Lo siento - dijo el joven de cabello blanco antes de darse la vuelta he irse, también estaba hablando por teléfono.
- ¿Eros pasó algo? - Hermes seguía al teléfono.
- No... nada - dijo sin apartar la vista de la espalda del joven que se alejaba - estoy afuera - colgó la llamada.

Te encontré.

El sueño de Eros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora