Helen 🧡

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IAN

Amaba tanto a Orfen que me dolía ver cómo Sara trataba de hacerlo quedar mal ante los ojos de la aristocracia. Si bien Orfen no mostraba interés alguno y aparentaba que no le molestaba, yo sabía que le dolía. Aún así no podían dejarlo de lado por tratarse de un Von Fisher, perteneciente a una de ñas más prestigiosas familias.

Éste era un apellido de muchisismo peso en la aristocracia, por tal razón no había rumor capaz de ralear a ningún integrante de esa familia.

No obstante, era el centro de todas las miradas, y en las escasas fiestas en las que aceptaba asistir llevandome a mi como Duncan, un apellido aristocrático también, tenía que soportar el acoso.

Pero lejos de lograr hacer ceder a Orfen, estaba consiguiendo todo lo contrario. Lo alejaba cada vez más. Pero el daño empezaba a ser intenso.

Por eso Orfen, una tarde, fue a hablar con los padres de Sara e insistió en que lo acompañe. Por aquel entonces me había animado a salir, siempre y cuando sea con él y sin que se alejase de mi lado un segundo.

Los padres de Sara nos recibieron, Orfen pidió expresamente hablar con el padre y en privado. Así que éste nos condujo a su despacho. Allí Orfen le expresó su disgusto por lo que su hija hizo, y estaba haciendo en nuestra contra.

Pero su padre no solo negó todo lo que Orfen le dijo, sino que encima nos insultó:
- No es culpa de mi hija que tú tengas los gustos retorcidos Von Fisher, y si todos saben eso en buena hora - exclamó despectivamente.

- Parece que no lo entendió señor - dijo tranquilamente Orfen - Soy un Von Fisher y a partir de éste momento me ocuparé de que usted y su familia, hija incluída, sean raleados de todos los sectores de la sociedad aristocrática, y bien sabe que a diferencia de ud, yo sí puedo lograr ralearlos. Después de todo mi familia es muy superior a la suya.

Aquellas palabras impactaron en nuestro interlocutor, ya que empalideció sobremanera, en verdad había dado en el clavo. Orfen no dejaría que Sara y su familia, sigan intentando ensuciar su nombre y el mío.

-Su hija está obsecinada conmigo. Usted podría hacer un buen matrimonio con ella.
- El mejor candidato para mi hija eres tú.

Aquello me dolió tanto que miré para otro lado, intentando discimular mi dolor. Orfen sujetó mi mano con fuerza y me besó, hecho que asombró al padre de Sara.

- Parece que tendré que acusar a Sara de prejuicios y acoso.
- Somos de la aris....
- De la aristocracia lo sé, pero resulta que yo soy un Von Fisher, y no solo haré saber que Sara está obsecionadamente loca por mí, sino que encima es una mentirosa ya que condena el amor libre y eso a la aristocracia no le gustará.

- Mi hija te ama Orfen
- Por eso me daña tanto ¿cierto?
- Solo quiere hacerte ver que podrías tener un buen futuro con ella
-Y usted la apoya porque quiere la fortuna de mi familia ¿verdad? Dejeme aclararle que perderá hasta lo que ahora posee.

Luego intentó levantarse pero el padre de Sara accedió a los pedidos de Orfen.
- De acuerdo hablaré con mi hija.
-No es suficiente. La denunciaré y la anularé socialmente.
-Pero...
-Tendrás que buscar la forma de hacerla casar con alguien que a pesar de todo la acepte. Ahora me iré.

Diciendo eso nos levantamos y nos fuimos ante la desesperada mirada del padre de Sara, quien intentaba hacer que Orfen cambie de opinión desesperadamente.

-Señor Von Fisher por favor....
-Amo a Ian Duncan, haré que todos lo entiendan y si su hija no quiere hacerlo pagará las consecuencias.
-¿Es una amenaza?
-No, una advertencia. Sara me molestó bastante, no aceptó mi negativa ni mi decisión sobre a quien amar. Lo de su hija no es amor, sino obseción y lo de usted es ambición. Ya quedó advertido.

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