Capitulo I

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Tiempo atras:

Estaba tan tranquila en mis sueños hasta que sentí la voz de aquella mujer. nada fue igual luego de su muerte, mi madre era tan dulce, pero la vida fue efímera para ella y sola me quede, porque estar con el hombre que es mi padre y mi hermano, es como estar sola.

los días y los meses pasan, pero nada es igual desde que ella no esta, el único ser que me quiere es mi perro, un hermoso, gigante y dulce pastor alemán, su nombre es Thor, es mi gran guardián. como cada día me desperté por la culpa de Tamara, la novia de mi padre, es joven e insoportable, al vivir en casa se cree mi madre, pero no es así.

oí sus pasos aproximándose a mi cuarto, mi perro también la escucho y se puso al lado mío para defenderme, a el tampoco le agrada, ella abrió la puerta (sin tocar, como siempre) y se quedo analizando cada aspecto del cuarto, desde las cortinas blancas a la alfombra gris, mi gran cama destendida y mi bronceado rostro reposando en las almohadas azules.

-a ver si te levantas de una vez, sos una vaga de mierda todo yo tengo que hacer en esta casa- era temprano y ella ya estaba a los gritos, mi padre y mi hermano no estaban, uno en el trabajo, el otro en la casa de la novia.

-Tamara, no rompas las pelotas, son las 8 de la mañana- me pare de mi cama y me puse un short, hacia mucho calor al ser verano, pero mi temperatura corporal aumentaba mas al discutir con ella- ándate de mi cuarto que yo ya me voy.

-a donde pansas ir vos, vas a ordenar la casa aunque no quieras, a la noche vienen personas del trabajo de tu papá y mientras yo cocino, vos vas a tener que limpiar la casa.

se fue, aunque no me gustara nada darle la razón, era lo justo y lo mejor para todos mantener a mi padre contento. me di una ducha y me cambie con ropa cómoda pero decente, ordene un poco mi cuarto y fui a limpiar un poco, al ser una casa grande es mucho lo que hay que hacer, por suerte papá contrato una chica que limpia y solo tengo que lavar los pisos ya que los fines de semana no viene.

-Tamara, me voy a pasear a Thor, si no vengo decile a papá que estoy con unos amigos- tenia que decirle que me iba aunque no me gustara hacerlo, agarre la correa de Thor y le puse su collar, abrí la puerta y salimos, amaba verlo tan feliz y curioso, era el momento mas lindo que tenia y no supe hacerlo seguido, ahora es muy tarde para memorar eso, esos días ya no están, solo hay dolor y me lo da la persona que pensé me iba a sacar de ellos. Tiago, justo ese día lo conocí.

Estaba caminando como siempre al mismo parque, un lindo lugar poco concurrido, pero eso trae sus desventajas, hay mucha venta de droga ahí, más por las noches, pero con thor a mi lado nadie se acerca, ese día me acuerdo de ver su linda sonrisa, aunque fingía no verlo por estar perdida en mi libro y acariciar a mi mascota, a él no le importo ver al inmenso animal hacer guardia a mi lado, se acercó y me miró con esos enormes ojos tan lindos, fue él quien me habló primero, si tan solo no lo hubiera hecho hoy mi vida sería diferente.

-hola, soy Tiago- me miro y sonrió, tenía sus manos en los bolsillos de su pantalón negro, llevaba unas Nike blancas y un lindo buzo del color de las zapatillas - No pensas presentarte.

-hola Tiago, perdón es que el libro está muy bueno- aunque no tanto como vos (pensé)- soy Natasha, pero podes decirme Nat, es muy largo mi nombre.

-hola Nat, me puedo sentar con vos un rato- lo pensé mucho, no sé quién es pero no iba a desperdiciar esta oportunidad, lo miro a Thor, parece que si lo intimida un poco.

-solo si él te deja- mi dulce bebe lo deja a Tiago sentarse con nosotros- le hablaba como a un bebé mientras le acariciaba su cabeza, como si me entendiera se limitó a hacer un leve gruñido y a olerlo, como investigándolo- eso parece un si, solo no hagas nada raro o mi guardia personal te va a castigar.

Solo se rio y se sentó a charlar conmigo, hablamos del libro que leía, le conté un poco de mi y él un poco de él, me dijo que iba a un colegio de ricos, pero que él era becado, ahí conoció a sus amigos, Lit y rusher que lo abandonaron en el parque y para no estar solo se acercó a mi. Lo que pensé era un acto dulce y simpático solo era un plan enfermizo para ganarse la vida.

Instintos criminales (Tiago pzk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora