Capitulo XI

57 4 0
                                    

Esa noche fue diferente, al terminar de estar con seven me sentía rara, adolorida física y mentalmente, muchas cosas habían pasado.

-linda, tenes que aprender a moverte, pero sos hermosa, van a pagar mucho por una noche con vos- sus palabras me confundían, me hacia sentir bien que me diga lo hermosa que era y lo mucho que estaban dispuestos a pagar por mi, me hacia sentir indignada que me vendiera, no sabía a que sentimiento aferrarme más- necesito que te vistas, hoy vas a empezar por algo tranquilo, yo les asignó casos a mis chicas seguime.

Llegamos a una parte que estaba pasando el escenario, era un gran pasillo con muchas puertas, no quería descubrir lo que había detrás de ellas.

-bueno chicas, quiero una fila- todas se formaron en frente de el, el me miro y miro la fila, entendí lo que quería y me incorpore con ellas- bueno veamos- agarro unos papeles y analizó un poco que hacer- bien, Chiara, vas a ir con un importante diplomático, quiero que lo hagas disfrutar tanto hasta que no le de más ni su corazón, en la puerta 5, bella, a vos te quiero en la puerta de los agujeros, vas a ir con Lucía y Alison, Isabella, vas a ir con la nueva, Nat, a la Sala oscura, ya saben las reglas, a todo tienen que decir que si, si ellos las dañan físicamente me lo dicen y yo lo arreglo, esta todo permitido, pero asegúrensen de complacerlos y que quieran volver, ahora hagan su trabajo.

Las chicas empezaron a caminar hasta las puertas indicadas, no sabía que hacer, ni para donde ir, tomaron mi mano y me guiaron hasta la puerta, al atravesarla estaba muy confundida, eran un grupo de chicos jóvenes, 5 chicos, quizá dos años más grandes que yo.

La habitación era grande, con luces azules tenues, los chicos estaban sentados en unas sillas flotantes, las chicas se sentaron en el medio de la Sala, yo las imite, estaba nerviosa y asustada porque no sabía que iba a pasar allí. Los chicos se pasaron y caminaron hasta nosotras, uno de ellos me agarro de la mano y tomó mi mentón, me hizo mirarlo a los ojos e hizo la primera peticion de la noche.

-decime que queres que te coja, decime que queres ser mía-lo mire asustada y apretó mi mentón- sos mi puta esta noche, decilo, DALE!.

-Soy.. Tu.. Putaa, cojeme, por favor-una lágrima resbaló por mi mejilla, nunca había hecho esto, nunca me habían Tratado así.

-muy bien putita, te voy a cojer, pero no hace falta que llores asi- me apretó de la muñeca y me levanto para luego arrojarme en un sillón negro, me obligó a abrir las piernas mientras me tenía boca abajo, para mi suerte no podía ver su rostro, me quito la ropa bruscamente- pero que linda que sos, a ver como gritas- me pego una nalgada que me hizo emitir un gemido de dolor- te pedí que grites, te tengo que dar más fuerte!? - volvió a repetir lo de antes, cada vez más fuerte hasta hacerme gritar.

Me sentía observada, ser tocada por aquel extraño, ese hombre me penetró bruscamente sin lubricación alguna, me estaba lastimando, el genial de placer, podía sentir su peso en mi espalda y su aliento cálido en mi nuca, me apretaba las tetas fuertemente me estaba clavando sus uñas. No tenía idea de cuanto tiempo llevaba así, pero el no acababa y yo no estaba disfrutando esto, mi cuerpo por otro lado si lo hacía, notaba la humedad en mi vagina, odiaba sentir placer por esto; luego de unas cuantas embestidas más, sentí que algo caliente llegaba a mi interior y luego se posaba en mis muslos, algo viscoso, ese hombre me nalgueo un par de veces más solo para escucharme gritar, en ese grito metió su pene en mi boca, me hizo ahogarme, lo sacaba y lo metía, mis ojos lloraban del dolor, ya no podía con esto, estuvo un rato así hasta que acabó y se fueron todos.

Me quedé ahí tirada en ese sillón, sintiéndome mal por lo que me estaba pasando, pero lo ví a el, entró en la habitación y me tomó la mano "vamos, hay que limpiar la habitación para el próximo grupo", eso solo dijo, no le importó si yo estaba desnuda y sintiéndome un asco, no le importó si estaba adolorida, no le importaba yo. Me agarro para levantarme, no me miro la desnudes, solo mi rostro, cubrió mi cuerpo con su campera y me guió hasta afuera.

-tenemos que hablar- no quería hablar con el- por favor, te quiero explicar que pasó.

-no, no quiero que me expliques nada, yo confie en vos y que gane?, que me garchen desconocidos todas las noches, solo porque vos necesitabas guita, no me expliques nada Tiago, donde estabas cuando te necesite, haciendo tratos con mi viejo para meterme acá, no te quiero volver a ver- me miraba triste y enojado, sabía que quería que lo escuche, quería esa explicacion, pero el se tenía que ganar el volver a hablarme

-bueno linda, lo lamentó, pero me vas a ver todas las noches porque acá trabajo y sabes que es lo mejor- negué fastidiada, quería darme una larga ducha y dormir, pero la noche recién arrancaba- a cada trabajador de acá se le ordena cuidar a una chica y yo te pedí a vos, así que tenes que hacer lo que yo te diga, cuando yo quiera, me entendes? -solo asenti- si no me queres hablar lo entiendo no te lo voy a pedir aunque quiera escucharte, pero de mi no te vas a salvar, porque sos mía aunque no quieras.

-Tiago, me metiste en este lugar, que más queres, deja de joderme la vida, antes te re quería, ahora perdiste todo beneficio- su sonrisa me estaba alarmando.

-linda, aunque me odies, vas a tener que hacer lo que yo quiera, quiero probar el sabor de tus besos, besame- me desconserto, tomó mis manos y las puso al rededor de su nuca, sus manos las colocó en mi cintura y sonriendo me lo volvió a pedir- besame, por favor, necesito sentir que a pesar de lo que te hice, sigue habiendo esa chispa entre nosotros, nesecito que me beses- odiaba quererlo como lo quiero, me acerque a sus labios, a su cuello, lo Oli y rose su mentón con mis labios, subí un poco a su comisura, ambos lo queríamos, pero la vida no lo quería.

-Natasha!, que estas haciendo, prepárate para el próximo trabajo, dale! - lindo Rubio, porque tenes que aparecer ahoraaaa.

Instintos criminales (Tiago pzk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora