Instintos criminales (Tiago pzk)

Capitulo II

Ese mismo día después de haber hablado mucho con el, quedamos en vernos a la misma hora al día siguiente, cuando caminaba a mi casa iba feliz pensando en él y que hace tiempo no me pasaba nada lindo. Estando metida en mis pensamientos no me di cuenta de que ya había caminado hasta mi casa, abrí la puerta y dejé que pase mi adorable amigo canino, entre y cerré la puerta, le quité su correa y la colgué en el mismo lugar de siempre.
Subí a mi habitación y me cambié para la cena de negocios de mi padre, cuando baje vi a una familia mucho más normal a lo que me imaginaba, pensé que iban a venir puros hombres, pero ahí sentados estaban mi padre de la mano de su novia, una mujer muy elegante, con un hombre de porte varonil, pero que parecía muy serio. Al lado de ellos el que era su hijo no parecía nada de lo que ellos eran, era un pibe como yo, con el pelo de colores y ropa 3 veces más grande que el, la cara que mi padre le hacía al verlo y escucharlo era muy divertido. A mi padre no le agradaba y a mi me agradaba esa situación.
-hola papá, hola a todos, disculpen la demora, estaba en el parque- la cara de la señora cambió abruptamente, soltó el tenedor sorprendida y me miro con cara de pena.

-como lamentó oír eso, no hay nada más triste que hacer los trabajos qué hacen las sirvientas- ahora la sorprendida era yo, no podía creer lo que acababa de escuchar.

-señora está muy equivocada, no hay nada más lindo que ver a mi perrito feliz oliendo flores, corriendo por el parque.

-hay querida, como se nota que tu padre no te inculcó sus valores, para las personas como nosotros, los animales son una fachada.

-claro como dijo mi marido, esos perros que vos amas, son solo para aparentar normalidad y que no trabajan de lo que todos sabemos que trabajan.- ahora que lo pienso nunca le pregunté de qué trabaja, mi padre al oír esto garraspeo y se paró de su asiento.

-mm bueno, Martín mi querido amigo, te parece si vamos a mi oficina- el hombre solo se paró, beso a su esposa en la frente y fue detrás de mi padre.

-querida Tamara, te quedo deliciosa la cena, como haces para tener todo impecable, cocinar así y criar una hija sin tener una sirvienta.- estaba odiando a esta mujer, las personas que hacen labor doméstica no son sirvientas, solo trabajan de ello. Que odiosa era

-es difícil, tenemos una que trabaja todos los días, menos los fines de semana a y los lunes a veces, mi marido la adora porqué es muy buena en su trabajo o eso dice, pero acá está nena causa una banda de problemas.

-Tamara, deja de hablar pelotudeces, no sos mi vieja y no eras así antes de estar con mi viejo, la verdad no las banco mas, me voy a mi habitación- cuando me levante y me di la vuelta lo escuché por primera vez esa noche, tenía una linda voz.

-puedo ir con vos-me limite a asentir con la cabeza y lo escuche susurrar un "Gracias linda" cuando se puso a la par mía, cuando estuvimos lo suficientemente lejos de ellas me dijo- te juro que no la banco más a mi mamá, se volvió insoportable después de que se casó con Martín.

Parecía que teníamos más en común de lo que parecía, cuando llegamos a mi pieza se sorprendió al ver a thor en mi cama, le dije que se sentara, mientras yo me quitaba los zapatos altos para ponerme unas Nike mucho más cómodas.

-me imaginé un perro más chiquito, ahh me olvide, soy mauro, pero me dicen lit, vos linda?

- soy Nat, entonces vos no sos nada que ver a ellos dos?- su sonrisa apareció, era muy linda y recién al verlo bien pude apreciar sus tatuajes, en el cuello, sus manos y uno no lo vi hasta que se arremangó el buzo.

-lindo, como vos, respondiendo a tu pregunta no, ella es mi vieja pero esta re loquita y ese hombre, Martín, se casó con ella por su cuerpo y bueno a ella le gusta la guita, qué onda la mina soberbia que estaba hablando con mi vieja.

-cuando mi mamá murió ella apareció en la vida de mi papá, según él un hombre de su estatus y que trabaja de lo que el trabaja, no puede estar solo, pero él no espero ni una semana para estar con ella, la remplazó así de fácil, mi hermano ni aparece por acá y yo estoy tan sola, de no ser por el-acaricié la pancita de mi perro- yo estaría en un vacío devastador- una lagrima resbalo por mi mejilla y él se acercó a mi y me abrazo. Era raro que con alguien recién conocido me abriera tanto a ser quien soy, pero desde que ella murió,  no lo pude hablar con nadie, era la primera vez en 7 meses en la que lloraba así, enfrente a un desconocido, que estaba ahí, escuchándome y abrazándome "gracias" fue lo único que pude decirle.